La Fiscalía General del Estado (FGE) decomisó dos unidades de lujo al presidente municipal de Zapotitlán de Méndez, Emiliano Vázquez Bonilla. Se trata de una camioneta y un Jeep que habrían servido al alcalde y a su hermano, Higinio, para desplazarse el día 1 de junio, cuando fue asesinado un militante del Partido del Trabajo, crimen del que se culpa al alcalde afiliado al Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).

Vecinos de Zapotitlán de Méndez aseguran que la tarde del pasado 1 de junio, el edil Emiliano Vázquez Bonilla asesinó a Ramón Malagón García, chofer del candidato del Partido del Trabajo a la alcaldía de ese municipio serrano, Tino Martínez, virtual triunfador de los comicios.

Las versiones de los habitantes, contadas por testigos de los hechos, señalan que la víctima trasladaba en una camioneta Toyota Hilux a varios militantes del PT, quienes en la zona conocida como El Puente Viejo, cerca de las grutas, fueron interceptados por el alcalde, su hermano Higinio Vázquez Bonilla -quien aspiró a ser candidato del PRI a suceder a Emiliano-, con un grupo de hombres armados y Policías Municipales.

Según la especie relatada, con sus pistoleros y policías apuntando a los petistas, Vázquez Bonilla obligó a descender de la Hilux a dos militantantes del PT, uno llamado Joaquín, a quien junto con sus hombres les propinó una brutal golpiza. Ramón Malagón García -conocido con el mote de “El Güero”  y otro compañero lograron huir, y entonces el alcalde y su hermano Higinio les dispararon.

Las fuentes dijeron que Higinio Vázquez Bonilla disparó un rifle de asalto, pero que su heramano, el alcalde de Zapotitlán, fue quien le arrebató la vida al chofer con su pistola.

Añadieron que a poca distancia de donde sucedieron los hechos hay un puesto de la Policía Estatal, pero a pesar de que los disparos se escucharon varios metros a la redonda y de que les pidieron ayuda, los uniformados del Poder Ejecutivo no actuaron.

Con información: La Jornada de Oriente

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