Tecnología deprimente 

By on junio 11, 2024

Maestros  

Por: Gustavo Santín Nieto

Cartas a Gracia  

Laura Poy Solano, reportera del periódico La Jornada, escribiría una nota intitulada: “De cada 4 escuelas de primaria, una no tiene energía eléctrica: Unesco” (https://acortar.link/KnCJj7); en dicho texto, describiría una alerta lanzada por La Coalición Mundial para la Educación de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, organización que señalaría existen “desafíos considerables para garantizar el derecho a la enseñanza para todos”, y entre ellos destacarían: la falta de equipo de cómputo, acceso a la red de Internet y por si fuera poco, la carencia de conocimientos de tecnologías de la información que privaría en 1 de cada 2 maestras y maestros de secundaria, quienes considerarían que las TICs serían “su segunda prioridad en el aula”.    

Información Gracia, coincidente con la que te enviara en la carta que recibieras el 22 de enero del año en curso (https://acortar.link/CjGnAi) y en la que, de acuerdo a la revisión de cifras oficiales, resaltaría que el 37.16% de las escuelas carecerían de servicios de “electricidad, agua potable, servicio de lavado de manos y sanitarios”; si bien, el 62.84% de ellas dispondría de esos servicios. El cuadro de MEJOREDU “Escuelas preescolares, primarias y secundarias y planteles en educación media superior por entidad federativa, según disponibilidad de tecnologías de la información y materiales e infraestructura adaptados para personas con discapacidad”, especificaría que el 86.3% de una muestra, integrada por 154 505 instituciones de un total de 214 196 que consignaría el anuario Principales cifras del sistema educativo mexicano 2022-2023, contarían con electricidad y que solo 1.5 de cada 10 escuelas carecería de ese servicio; lo anterior, supondría un índice inferior al indicador mundial referido por Laura Poy, si las 59 691 escuelas no contempladas en las Estadísticas Básicas (EB) de Mejoredu en su caso, contarían con ese servicio. El cuadro Servicios básicos, infraestructura y equipamiento escolar, indicadores del Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 del anuario, diferiría de las Estadísticas Básicas al establecer que el 92.6% de las escuelas de educación básica contarían con electricidad y lo mismo 86.7% de las instalaciones de educación media superior.    

La nota de Laura Poy mencionaría “que sólo 40 por ciento están conectadas a Internet, cifra que se eleva a 50 por ciento en planteles de secundaria y 65 por ciento en bachillerato”. Las dos fuentes consultadas dispondrían de información al respecto guardando diferencias con la nota de la reportera citada. El cuadro de MEJOREDU -ya citado- señalaría que 85 842 escuelas del universo contemplado, el 56.6% del total, según su calculadora, dispondría de “Computadoras para propósitos pedagógicos” y que 55 429 (el 38.5% del total) dispondrían de “Conexión a internet con propósito pedagógicos”; porcentajes nacionales que serían inferiores sin ver cifras y porcentajes detalladas, al indicador internacional. En tanto, los datos consignados por la Principales Cifras 2022-2023 (en el cuadro Servicios básicos) supondría que un 57.7% de las escuelas de educación básica contaría con computadoras, lo mismo que un 70% de las instituciones de media superior. De ellas, tan solo un 46.9% de escuelas de básica y un 52.6% de media superior formarían parte de la red universal; indicadores nacionales superiores a los señalados por el Consorcio.    

El cuadro “Porcentaje de escuelas con docentes de especialidad por entidad federativa, según tipo de docente” contemplado en las Estadística Básicas de MEJOREDU, arrojaría cifras y porcentajes que causarían preocupación en madres, padres de familia, tutores, maestras y maestros, personal directivo y de supervisión. Solo el 11% de un total de 76 441 escuelas de primaria y el 38.1% de un total de 36 556 de secundaria, contarían “con al menos un docente” de tecnología; en tanto que ninguna de las 74 441 escuelas de preescolar estaría auxiliado por algún profesional especializado en esta materia. La sumatoria de los números absolutos que resultarían de las escuelas de primaria y secundaria indicaría que solo 23 335.5 docentes auxiliarían a 21 489 117 de alumnas y alumnos de educación básica.    

El comportamiento por entidad federativa sería desigual Gracia. Mientras que la Ciudad de México se ubicaría en el primer escaño del porcentaje de escuelas enunciado en el párrafo anterior al contar con un 88.4% de las 1 309 secundarias de la Ciudad de México “con al menos un docente de: tecnología” y con un 28.7% en sus 2 698 escuelas primarias, San Luis Potosí se ubicaría en el deshonroso último lugar de las escuelas en el rubro aludido, al disponer con solo un 15.6% de docentes de la especialidad en las 1090 secundarias y con un raquítico 3.5% en las 1 594 primarias. En este escenario destacaría, tomando en consideración los porcentajes, que el 75.4% de las 194 secundarias con que cuenta Baja California tienen por lo menos un docente de tecnología; distinción que no sería compartida por sus 399 primarias en las que menos de 1 escuela de cada 10 (9.8%). La 4 veces Heroica entidad de Zaragoza cantaría mal las rancheras: en tan solo 0.5 (4.6%) de las 3 451 escuelas de educación primaria se contaría con al menos un docente de tecnologías, aunque el 27.4% (en menos de 1 de cada 3) de las 2 223 escuelas de educación media, ejercería una o un maestro en esa asignatura.    

La revisión de la información aludida mostraría “ventanas de oportunidad, fortalezas y o debilidades” según se quisiese ver, relacionadas con tópicos como energía eléctrica, equipo de cómputo, conectividad y extrapolando, con la disponibilidad “de al menos un docente en el área de tecnología”, que la administración que concluye debería por lo menos reportar, a la que iniciará su gestión el 1 de octubre de 2024. Sin embargo, sería saludable para el bien de niñas, niños y adolescentes que las carencias de personal docente especializado en la enseñanza de las Ticks fuera solventada al 100% y que a partir de ella se insistiese en que el personal docente -de cualquier asignatura- adquiriese las habilidades digitales que permitieran enriquecer el proceso de enseñanza aprendizaje y más si se considera que se vive una etapa en la que la inteligencia artificial adquiere mayor relevancia. Los datos están ahí y no se les podría ignorar, so pena de incrementar la brecha que separa a México de los países punteros en la materia.

You must be logged in to post a comment Login