De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el ingreso neto promedio mensual de jóvenes de entre 20 a 29 años en Puebla era de 5 mil 347 pesos, y de 7 mil 707 para las personas de entre 30 a 40 años de edad.
Tras una búsqueda aleatoria en sitios de venta y renta de propiedades, como Inmuebles24, en la zona metropolitana de Puebla capital, se detectó que la mayoría de viviendas nuevas o de poca antigüedad cercanos a las áreas más concurridas en cuanto a oficinas, como el centro de la ciudad, Angelópolis y La Paz, oscila entre 1 millón 400 mil pesos y los dos millones, esto tomando en cuenta viviendas con al menos dos cuartos, un baño y cajón de estacionamiento.
Ahora bien, para ponerlo en retrospectiva, según el simulador virtual del Infonavit, si un adulto joven en Puebla que recientemente ingresó al mercado laboral formal, y por ende a cotizar en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), busca un crédito por esa vía, es probable que el monto de préstamo oscile entre los 390 y 420 mil pesos, dependiendo de cada caso.
En ese sentido, en caso de querer adquirir una vivienda en la zona metropolitana de la capital del estado, el monto prestado por el Infonavit será insuficiente para ello, lo cual seguramente obligará a la persona a tener que contratar una hipoteca bancaria.
El problema, sin embargo, es que al sumar los descuentos entre ambas instituciones, la del Estado y la bancaria, es probable que el monto exceda el 35 por ciento del ingreso del trabajador joven, lo cual, además de ser inviable, pone en riesgo su patrimonio.
Rentar es mejor a comprar
Desde la perspectiva de Pizar Rojas, es común que en la actualidad algunos jóvenes se cuestionen si es conveniente o no empezar a pagar una vivienda propia. Lo anterior debido a la sensación de que es mejor emprender dicho proceso en la juventud para no batallar en años posteriores.
Sin embargo, las condiciones crediticias para este sector suelen ser desfavorables, pues en los créditos tradicionales el monto prestado es bajo, y en el caso de las hipotecas bancarias las tasas son elevadas, lo que les orilla muchas veces a comprar inmuebles que, a pesar de poderlos pagar, no cumplen con sus necesidades, lo que termina siendo un error de inversión.
Es por ello que el especialista inmobiliario precisó que la realidad para muchos jóvenes en Puebla es tener que mantener un alquiler que, si bien no garantiza un patrimonio a largo plazo, ofrece una solución de vivienda digna momentánea. Esto no quiere decir que comprar un bien inmueble sea imposible, sólo lo hace más complejo, pues para ello requiere un ahorro considerablemente alto, además de liquidez financiera, entre otras cosas, sostuvo el experto.
Ante ese contexto, Pizar Rojas detalló que, si una persona vive el dilema de comprar o rentar una vivienda es necesario tomar en cuenta los siguientes puntos, pues de ello dependerá el futuro financiero y patrimonial de los interesados.
Si una casa o departamento cumple con las necesidades básicas del joven, como son servicios esenciales, facilidad de traslado y cercanía a los centros de trabajo, o bien con las necesidades futuras, como son espacio para niños, en caso de que el objetivo a mediano o largo plazo sea tener una familia, se cumple un primer filtro.
Por otra parte, recomendó buscar la manera de unir créditos entre cónyuges o familiares, pues el monto a prestar aumenta significativamente, lo que permite acceder a propiedades con mayor valor.
Ahora bien, si después de que las cualidades anteriormente mencionadas se cumplieron, la persona interesada debe analizar si el crédito hipotecario, sea de algún instituto gubernamental o bancario, es fácil de pagar con su ingreso mensual.
De acuerdo con Pizar Rojas, para mantener un crédito de vivienda sano, es necesario que los pagos mensuales representen entre 30 y 35 por ciento del ingreso neto. Si el préstamo debe pagarse con un porcentaje mayor, impide que la persona pueda atender sus otras obligaciones.
Si no se cumple con nada de ello, y además la plusvalía de la zona, es decir, el valor que adquirirá el bien inmueble al paso del tiempo por la evolución socioeconómica de la zona, es baja, es muy probable que el riesgo financiero sea alto. Esto puede ocasionar dificultades para habitar la vivienda e incluso para rentarla o venderla en caso de querer recuperar el capital
Si el crédito al que tú tienes acceso no cumple con tus necesidades de vivienda, la respuesta es: rentadefendió.
En ese sentido, Pizar Rojas sostuvo que la mejor apuesta en ese contexto será alquilar una vivienda, pues es mejor pagar una renta y ahorrar y prepararse para adquirir una hipoteca futura en un inmueble que cumpla con las necesidades y expectativas, que pagar en crédito una casa o departamento que al final del día no será habitado, y más bien representará pérdida de inversión.
¿En qué momento es buen negocio hacerse de un bien? Cuando el bien que voy a adquirir con el tiempo vaya adquiriendo valor aseguró el experto.
Comprar vivienda sólo para usar crédito es riesgoso
Según el analista inmobiliario poblano, que tiene más de una década de experiencia en el mercado estatal, uno de los mayores problemas de jóvenes y adultos con créditos bajos es que adquieren viviendas a precios asequibles, pero en malas condiciones o escasa plusvalía.
“Cuando hablamos de plusvalía es importante entender que va adquiriendo valor real el inmueble, es decir, que el inmueble año con año, conforme a la deseabilidad del mercado, por la zona en la que se encuentra, vaya aumentando su valor”, expuso Pizar Rojas.
Lo anterior también ha sido ocasionado por el desordenado crecimiento inmobiliario, pues la oferta habitacional más económica suele concentrarse en las periferias o en la lejanía a los centros de trabajo. Esto ha derivado en el aumento de cartera vencida en organismos como Infonavit, resaltó el especialista.
Con información: El Sol de Puebla
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