“No bajo la velocidad. Carro que se te para enfrente, te lo llevas; cabrón que se te para enfrente, te lo llevas, así de simple. Son ellos o nosotros (…) La otra vez me quisieron parar, un taxi que no traía placas, pero lo que hice fue aventarles el camión. No me importó porque tengo seguro (…) Incluso en las cumbres, si estas parado por un accidente, ahí están las ratas queriendo chingar. Luego hasta son ellos los que provocan accidentes”, explica.
Armando es un chofer de carga 25 años de edad y conduce junto a su familia desde hace casi 10 años. Para él, recorrer la autopista Puebla-Veracruz se ha convertido en una verdadera pesadilla, no sólo por los relatos que escucha de sus compañeros, a quienes han asaltado e incluso desaparecido, sino también porque él ha vivido en carne propia las persecuciones e intentos de robo en dicha vialidad.
En Puebla, desde que sales del Arco Norte, hasta Córdoba, es muy peligroso. No vamos con miedo, pero yo siempre salgo con la idea de que, si se me cierran, los mando a chingar a su madre. A mí, por ejemplo, ya me han apedreado el parabrisascuenta el joven conductor.
Y añade: “Ahora es también el chófer, antes nada más era el carro o la carga. Ahora ya desaparecen al chófer. En Esperanza, al menos, ya es así, ya no aparecen ni el carro ni el chofer. Todo está parejo (…) A los compañeros los dejan amarrados en el camarote, los encierran en la caja o hasta los desaparecen”, relata.
Varios choferes que viajan entre el sur y sureste mexicano hasta el centro y norte del país reciben órdenes de no detenerse bajo ninguna circunstancia, ni siquiera para comer o ir al baño, incluso cuando son viajes de más de 10 horas, explica Juan, un experimentado conductor que trabaja en una empresa de carga desde hace 30 años.
Ahora da miedo pararse a descansar (…) Ahorita nos detuvimos porque tuvimos un problema con la llanta, pero, si no, no nos paramos. No nos dejan pararnos, ni para desayunar, por lo mismo. A veces ni del pinche baño hacemos, por Dios. Pararse aquí es riesgoso señala Juan.
En otro punto de la autopista, en Palmar de Bravo, Luis Rodríguez, quien se dedica al transporte de animales de granja entre el centro del país y las costas del Golfo de México, relata que los robos y retenes falsos en la carretera son desconcertantemente comunes.
Hace aproximadamente dos años, el hombre fue testigo del asalto a un transportista que viajaba hacia Veracruz con su unidad repleta de abarrotes. Observó cómo una camioneta obligó, con disparos de arma, al otro chofer a detener su unidad.
La impotencia y frustración lo obligaron a solamente ser testigo y mantener su marcha, dejando a su colega en ese aterrador suceso. En cuanto pudo, solicitó apoyó a las autoridades federales, pero ya no pudo detenerse a comprobar si éste llegó a la víctima.
“Venía más o menos por esta distancia (Palmar de Bravo) y me rebasó una Suburban, y delante de mí iba otro tráiler. Entonces, se le pegan atrás de la unidad y ponen las torretas, como si fueran patrulla, pero como se pegan bien atrás uno no se da cuenta si es patrulla o no. Se orilló, lo emparejaron y le sacaron la pistola. Lo vi y lo rebasé, pues ¿qué puede uno hacer? (…) En las cumbres, cuando hay accidentes, o sea, cuando ya no te mueves, es un robadero. Vienen esos canijos armados y a todo mundo, coches, camiones y camionetas. Las cumbres son lo más peligroso, porque ni para donde te mueves”, relata Luis Rodríguez.
Vialidad con más robos en Puebla
En lo que va de 2024, Puebla se convirtió en el líder de los robos a camiones de carga en todo el país, bajando de la lista al Estado de México, que por varios años coronó la marca, destaca Román, en entrevista con El Sol de Puebla.
Según el titular de la ANERPV, la posición ganada por la entidad poblana se logró en gran medida gracias a los hurtos cometidos en los municipios de Esperanza (52 casos) y Puebla (72), particularmente en la vía federal que conecta al estado con el puerto de Veracruz. Al listado también se suma San Martín Texmelucan (33).
La situación de criminalidad que atañe a la autopista Puebla-Veracruz se agudiza en Esperanza, pues, además de las condiciones geográficas que favorecen la comisión de hurtos, esto debido a la existencia de caminos rústicos e improvisados, así como en la dificultad para transitar entre poblados, los empresarios logísticos muy pocas veces recuperan sus unidades. A ello se suma la incapacidad de las autoridades para garantizar la devolución de los vehículos.
De acuerdo con la ANERPV, que basa su estadística en el número de activaciones mensuales de alertamientos de robo hechas por sus clientes, Puebla ocupa el segundo lugar a nivel nacional en el número de vehículos sustraídos de forma ilegal, al registrar 385 casos.
No obstante, la entidad poblana se posicionó en el primer lugar respecto al hurto de unidades pesadas, pues se robaron 300 unidades. Respecto a la retención ilegal de vehículos particulares, el estado se posicionó en cuarto lugar, no así en el robo de automóviles ligeros, donde ocupa el tercer lugar en todo el país.
A decir de Román, si bien la tendencia nacional indica que los asaltos a transportistas y hurto de mercancías van a la baja en varios estados, en Puebla, Veracruz e Hidalgo, lo cual es indicativo de la gravedad de la incidencia delictiva.
Por otra parte, destaca que la contratación de servicios de alertamiento y prevención de robos se disparó drásticamente en los últimos tres años. Durante ese periodo se atrajeron un millón de clientes nuevos.
Finalmente, Román destaca que, si bien la Puebla-Veracruz concentra los mayores casos de robo a nivel estatal, hay otras regiones que también preocupan a la ANERPV, como es la Sierra Norte. Esto debido a que los hurtos que se cometen en la zona se agudizan con la dificultad de tránsito, entre otros obstáculos propios de la zona.
Con información: El Sol de Puebla
You must be logged in to post a comment Login