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Por saturación en el hospital de La Margarita, pacientes son atendidos en el piso y pasillos
A simple vista, existe una relativa calma en el Hospital de Zona 20, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), pero en sus entrañas hay un desorden ocasionado por elevada cantidad de pacientes, falta de personal, de infraestructura, equipos, insumos y medicamentos, que ha llevado en ocasiones a los trabajadores a atender a los derechohabientes en el piso y los partos en pasillos.
Al ingresar al nosocomio, lo primero se que se observa es una larga fila, que llega hasta la puerta que da a la calle, de personas que esperan para que su receta le sea surtida; varias de ellas salen con caras de decepción, enojo y tristeza porque no les dan todas las medicinas.
En la sala de espera, prácticamente los 51 asientos están ocupados por gente de todas las edades que espera noticias de sus familiares internados.Pero al adentrarse en cada una de las áreas, todas tienen su propia problemática, que no es menor; a diario los trabajadores libran una batalla contra la escasez de recursos humanos y materiales.
“Hacemos lo que podemos con lo que nos dan”, relataron algunos empleados a La Jornada de Oriente, quienes comentaron que la capacidad del nosocomio está rebasada cuando menos en 100 por ciento.
En el área de urgencias, por ejemplo, se pudo observar que había personas atendidas en bancas, debido a la insuficiencia de camas.
De acuerdo a los testimonios recabados, ahí cada médico atiende hasta 25 pacientes, cuando lo máximo tendrían que ser 15; y en el caso de las enfermeras, ven hasta 18, cuando tendrían que ser solo seis.
En urgencias también está el área de choque, cuya capacidad es de solo tres camas, pero han llegado a atender en ese lugar hasta ocho personas.Esta situación es preocupante, considerando que son pacientes en condiciones críticas, que muchas veces se debaten entre la vida y la muerte.
Por otra parte, el hospital tiene cinco quirófanos y cada uno debería contar con un equipo conformado por un cirujano, un anestesiólogo, enfermera quirúrgica y otra general, pero nunca se junta todo porque falta personal.
Es común, relatan, que el anestesiólogo esté pasando de un quirófano al otro, lo que eleva el riesgo para quienes son intervenidos porque en cualquier momento su salud se puede complicar y sobre todo si no está el especialista que lo debería atender.
Por si fuera poco, la norma marca que junto a los quirófanos deben estar la central de equipos y el área de recuperación. Sin embargo, las personas recién intervenidas tienen que ser llevadas en camillas aproximadamente 30 metros para descansar después de su operación.
Por otra parte, hay déficit de pediatras y este problema se vincula a la situación que se vive en ginecología, ubicada en el quinto piso del nosocomio. Ahí son llevadas las mujeres a las que realizaron cesáreas, junto con sus bebés, pero llega a pasar que los recién nacidos se ponen mal y no hay especialista que los atienda.
Los trabajadores piden que los encargados de administrar los presupuestos se sensibilicen ante está situación: “Ellos ven dinero, nosotros vemos pacientes”.
16 horas para que su hija fuera enviada a cuidados especiales
El jueves pasado, alrededor de las 2 de la madrugada llegaron Ana y su esposo al Hospital de La Margarita, provenientes del nosocomio del IMSS en Cuautlancingo, donde debido a la falta de especialistas y equipo no pudieron atenderla como se debería.
Sin embargo, durante alrededor de 16 horas mantuvieron a su bebé en urgencias porque no había espacio para ella en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN).
Su hija nació el 18 de este mes, pero por complicaciones en su estado de salud la llevó al Hospital de Cuautlancingo, donde desde el domingo y hasta el miércoles pasado prácticamente no le hicieron nada.
Al trasladarla a La Margarita, se llevó la sorpresa de que el personal de Cuautlancingo no envío un expediente en el que se informará a detalle cuál era el estado de salud de la menor y mucho menos un diagnóstico, por lo que tuvieron que empezar de cero.
Información: La Jornada de Oriente
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