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Conflictos bélicos disparan precios internacionales del petróleo
El encarecimiento del precio de las gasolinas en México tiene como origen el alza de los precios internacionales del petróleo, causado a su vez por el conflicto en Medio Oriente; la entrada ilegal de combustible al país y el incremento en el costo de operación de las estaciones de servicio, mientras el gobierno federal busca estabilizar los precios reduciendo el Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios (IEPS).
Así lo indicaron en entrevistas por separado para La Jornada de Oriente el dirigente en Puebla de la Organización Nacional de Expendedores de Petróleo (Onexpo), Carlos León Martín, y Luz María Jiménez Almazán, quien encabeza a Gasolineros Unidos de los Estados de Puebla y Tlaxcala (GUEPT).
Con información del sábado 13 de abril de 2024, al último corte publicado de las 8 horas, por la agencia PetroIntelligence, en su portal de información estadística, el precio promedio a nivel nacional para gasolina regular fue de 23.350 pesos por litro; para premium, 25.174; y en el caso del diésel, 25.066 pesos.
Para Puebla, según esa misma fuente, el precio promedio para gasolina regular es de 23.012 pesos por litro, mientras que para premium es 24.529 y para el diésel de 24.800 por litro.
Por su parte, el gobierno federal busca controlar el precio subsidiando el IEPS; por ejemplo en el último acuerdo correspondiente para el periodo del 13 al 19 de abril, se establecen los montos del estímulo fiscal y las cuotas disminuidas del IEPS, que ubica al impuesto entre 5 y 6 pesos, buscando controlar el precio al consumidor final ante las fluctuaciones y alzas del precio internacional.
Por ejemplo, cuando en 2022 los precios internacionales del petróleo y la gasolina repuntaron por la guerra en Ucrania, la Secretaría de Hacienda aplicó estímulos fiscales (es decir, cobró menos IEPS) y dio un subsidio complementario para amortiguar el impacto en México. Según datos de PetroIntelligence, la gasolina pudo haber llegado hasta 28.83 pesos por litro en junio de ese año, de no haber sido por los estímulos y subsidios. Esa misma política impidió que en 2023 los precios bajaran.
El precio de las gasolinas en México tiene como referencia el precio internacional del petróleo y sus derivados, al que se le suma el IEPS federal y estatal, más el Impuesto al Valor Agregado (IVA), los precios varían por estado y ciudad acorde a los costos de transporte. Al precio entregado por Pemex a las gasolineras hay que adicionar los costos de operación y comercialización que agrega cada gasolinera y que vemos reflejado en los diferenciales de precios de las estaciones de servicio.
Gasolineras venden producto importado que entra como aditivo y es mezclado con químicos
Carlos León Martín, líder de la Onexpo, manifestó que las guerras entre países generan escasez del crudo, afectando el equilibrio entre la oferta y la demanda, y causando alza en el energético y sus derivados.
Pero también exhibió que está entrando gasolina proveniente de Estados Unidos, pero que se importa como aditivo, por lo que ese producto evade impuestos y es más bajo en 2 o 3 pesos por litro de la que vende Pemex.
Esto permite a algunas estaciones de servicio ofrecer el producto más barato, pero las que no incurren en esta práctica se ven obligadas a elevar sus precios para compensar las bajas ventas y solventar los gastos de operación.
Resaltó que además de no ser un combustible regulado, es de baja calidad porque muchas veces lo diluyen con componentes químicos,
“A la hora que lo ingresan al país lo meten sin ese impuesto y esos comercializadores o importadores que no están regulados, lo venden sin impuesto y por eso hay mucha competencia que opera ilegalmente, que le bajan el precio y eso hace que se vuelva un mercado paralelo ilegal y por esa razón las gasolineras que sí están reguladas dejan de vender producto, sus ventas bajan y eso hace que no salgan para sus gastos operativos; por eso se ven en la necesidad de aumentar el precio para sacar un mayor margen y poder operar”.
De igual manera glosó que los costos operativos han incrementado, como por ejemplo el salario mínimo, que es lo que regularmente se paga a los trabajadores de las gasolineras y que para este 2024 se estableció en 248.93 pesos, mientras que en 2023 era de 207.44 pesos
Carlos Martín León explicó que el gobierno federal logra controlar el precio subsidiando el Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios (IEPS), con el equivalente a alrededor de 6 o 7 pesos por litro.
Se manifestó partidario que de que esa cantidad se aumente, pero subrayó que a la par se debe evitar la entrada del producto de manera ilegal y también el huachicol.
Comentó que por el incremento en los precios de las gasolinas y el diésel, las ventas en las estaciones de servicio se han caído hasta 30 por ciento.
El líder de la Onexpo en Puebla indicó que están dispuestos a trabajar con quien llegue a la presidencia de México para combatir todas las malas prácticas y consideró que no se necesitan más leyes para sancionarlas sino aplicar las ya existentes.
Gasolineras que dan más barato hacen suponer lavado de dinero o venta de combustible ilegal
Luz María Jiménez, dirigente de Gasolineros Unidos de los Estados de Puebla y Tlaxcala, coincidió en que el precio de las gasolinas está basado en el que se maneje a nivel internacional y al que Pemex debe sujetarse para comprar y posteriormente revender en el país.
También comentó que los propietarios de estaciones de servicio tampoco tienen opción de comprar a otros proveedores que les den más barato, ya que varios permisos de importación fueron revocados en el actual sexenio, por lo que la inmensa mayoría tiene que hacer sus adquisiciones con la paraestatal, a través de comercializadoras.
“Y aunque es muy simple porque Pemex tiene que comprar y revender, comprar en el mercado internacional y revender aquí a sus diferentes distribuidores y comercializadores, la realidad es que no lo hace en cantidad ni oportuna ni suficiente. Entonces, crea problemas de abasto y se genera especulación”.
Jiménez Almazán añadió que al encarecer las gasolinas, las ventas siguen sin recuperarse al 100 por ciento desde la epidemia de Covid-19: “La tendencia es a la baja por su alto costo y porque la gente se acostumbró a otro sistema de ahorro… Si antes decían deme medio tanque o tanque lleno, hoy dicen: ponme 200 pesos y lo cuidan y evitan hacer vueltas, se organizan, por ejemplo las mamás, para llevar a hijos”.
La presidente de GUEPT subrayó que en Puebla también se presenta un fenómeno “muy extraño”, ya que hay varias marcas que no están registradas y que están vendiendo a precios inexplicablemente bajos.
Arguyó que con las tarifas que establece Pemex, no hay manera de que vendan el producto más barato y sin embargo lo están haciendo.
“Entonces pasan dos cosas: o Pemex les está dando un precio especial a ellos, lo que es altamente improbable, sería absurdo, no tendría sentido, sería ilegal; o ellos están incurriendo en una situación que la ley sanciona, que se llama dumping; hay una ley antidumping que prohíbe expresamente vender por debajo de tu precio de compra porque se presumen delitos como el lavado de dinero o la comercialización de combustible ilegal”.
Indicó que en Puebla capital ha habido casos verdaderamente escandalosos y aunque han solicitado la intervención de la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), esta tarda en contestar entre seis meses y un año; mientras que en la Comisión Reguladora de Energía (CRE) son hasta tres años.
Añadió que además de comprar a elevados precios la gasolina, se enfrentan a las malas prácticas de comercializadoras de combustible que le compran a Pemex y revenden a estaciones de servicio, pero usando toda la infraestructura de la paraestatal.
“En una situación que no nos explicamos nosotros, estas comercializadoras que son un regalo que Pemex le hizo a estas empresas porque no invirtieron ni transporte ni en almacenamiento, todo eso lo hace Pemex por ellos, ellos solamente refacturan y se quedan con 20 por ciento de lo que Pemex les da por no hacer nada, es una barbaridad, es una locura. Las gasolineras ya no venden millones de litros, pero las comercializadoras sí, entonces es una utilidad que ellos se quedan bastante cuantiosa por no hacer nada, solo refacturan, entonces creemos que es una competencia desleal”.
Por si esto no bastara, abundó, frecuentemente hay problemas con el abasto, ya que no les entregan los litros completos, pudiendo ser entre 500 y hasta mil 200 menos por cada pipa, pero las comercializadoras se deslindan y le echan la culpa a Pemex y viceversa.
“Si hablas a Pemex te dice: no, no, no, ese no es mi problema, tú eres cliente de la comercializadora, háblale a la comercializadora y el comercializador te dice: yo nada más te la vendo, pero yo se la compró a Pemex y Pemex te la lleva a ti, con su equipo, pues que se haga Pemex responsable”, remató.
Los litros que no son litros
Al final de la cadena los consumidores deben enfrentar precios mayores, pero también una práctica añeja de robo de las gasolineras donde el surtido de los litros es menor; por ello algunas estaciones de servicio ofrecen hacer una prueba o su publicidad colgada de una manta ofrece litros de a litros.
En la encuesta realizada por PetroIntelligence sobre Percepción y Perspectivas de los Gasolineros en México agrupados en la Asociación Mexicana de Proveedores de Estaciones de Servicio (AMPES) y Onexpo nacional, sobre el mercado y el comportamiento de los volúmenes de venta, en febrero 2024, se establece entre los puntos más destacados que 49 por ciento de los encuestados considera que el robo de gasolina al consumidor es mayor en comparación con el mes anterior, donde dicho porcentaje era de 55 puntos porcentuales.
Además, 62 por ciento de los encuestados indicó que la adulteración, contrabando fiscal y huachicol en su zona de operación es mayor.
También se indica, en primer lugar, la presencia de precios muy bajos que no están acorde con la dinámica de los mercados y el costo del combustible; en segundo, cruce irregular de pipas en la frontera; tercero, robo al consumidor como estrategia para dar mejores precios; cuarto, estaciones de servicio sin permiso de la CRE; y por último, puntos de venta ilegales en carretera Querétaro- México, retirando vallas e instalándose en zona federal, entre otros.
Con información: La Jornada de Oriente
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