Revista Educarnos

En el mes de noviembre próximo, se llevará a cabo una edición más del Congreso Nacional de Investigación Educativa que cada dos años organiza el COMIE. En esta ocasión se espera un alto porcentaje de trabajos que giren en torno al contexto de la Pandemia y que atraviesen a las distintas áreas o temáticas del Congreso. El campo del conocimiento definido como la investigación de la investigación educativa, se ha preocupado desde hace muchos años por sistematizar una serie de estudios para mostrar un panorama más claro y para conocer a partir de lo que se ha investigado en investigación por área o campo de conocimiento.
Conocer los distintos estados del arte, es uno de los caminos más recomendados para dar cuenta de lo que se sabemos y de lo que falta por conocer por campo o área de conocimiento. De esta manera, las implicaciones sociales y educativas del contexto de pandemia no es un área de conocimiento en sí, se trata más bien de una temática que de manera coyuntural ha cobrado el interés de políticos, investigadores y estudiosos de la educación; se le puede ver más bien como un componente transversal, que se vincula con cada una de las 18 áreas que el COMIE ha organizado en esta ocasión el formato del XVII CNIE.
Regresando al asunto de la investigación de la investigación educativa, es importante establecer una serie de acercamientos para darnos cuenta, después de hacer un “corte de caja”, en estos momentos cómo andamos en cuanto a conocimiento en los temas relevantes como el de formación docente, el desarrollo socioemocional en las escuelas, los avances de la reforma y su vinculación con la calidad y la excelencia académica, sólo por mencionar unos cuantos temas de interés.
El campo de la investigación de la investigación educativa, tiene esa magia adicional, sirve de luz para iluminar el sendero de la generación de conocimientos de cualquier campo, área o temática que nos ocupemos. De esta manera, un tema emergente y por igual relevante, es todo lo que conlleva conocer qué relación ha guardado la pandemia con todo el campo del conocimiento educativo.
Conocer es el compromiso más importante que se vincula con la tarea de la investigación, no tanto conocer qué o conocer cómo, sino más bien conocer el para qué, el uso social que tiene la generación de conocimientos, es uno de los aportes que nos ha dejado la pandemia. Es muchos campos de la tarea educativa creímos saberlo casi todo y la pandemia nos ha demostrado que no es así, que –como decía Piaget– en una entrevista que le hacían “debemos ser humildes con el conocimiento a partir de reconocer todo lo que nos falta por aprender”.
Ahora bien, para que es importante sistematizar un estado de conocimiento, como una actividad adicional de los estudiantes que se forman en cualquier nivel educativo y un poco más general, ¿para qué es importante el componente de investigación educativa, para vincularlo a estudiantes desde la licenciatura hasta el doctorado?
La tarea de la investigación educativa es fundamental, por lo cual, es importante que todas las personas que se encuentran en formación conozcan cuál es el estado que guarda el campo en donde van a incursionar; aun aquellas personas que pudieran decir que sólo se encargarán de aplicar conocimientos. La aplicación –como señalaba Habermmas– no puede reducirse al aspecto técnico, habrá que conocer y apropiarse de todo lo que está en juego, aun de los componentes más elementales o aparentemente más insignificantes de la tarea de educar.
Por último, quiero reconocer a las personas que desde hace varias décadas han contribuido al campo de la investigación de la investigación, ese (podría decirse) es el disco duro de la tarea de investigar. Nos ayuda a conocer lo que realmente se conoce y contribuir a clarificar el rumbo de todas aquellas personas que generan o que usan el conocimiento en su tarea profesional.

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