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La educación, ha muerto en nuestro sistema social: Edgar Gómez Bonilla
* Hay que revivir a la Educación en México, para que los estudiantes encuentren nuevas formas de adquisición de saberes y desarrollar habilidades de dominio
Impulso Global
Por: Edgar Gómez Bonilla
Bajo una perspectiva social e histórica, más que plantear como interrogante la situación de que la educación ha muerto en nuestro sistema social, debe abordarse como una afirmación, si se tiene presente que la educación en México se encuentra en una etapa transitoria, donde lo que la tradición ha enseñado a considerar como cierto o verdadero; en los albores del siglo XXI resultan ser complejos y, se duda de los juicios que legitiman los saberes recurriendo a estrategias emergentes que permiten a los individuos adaptarse a su contexto social cercano, el cual tiene como propósito llegar al criterio de la “verdad”.
El tipo de Educación Tradicional que caracteriza a nuestro sistema educativo mexicano, es resultado de las estructuras y acontecimientos Europeos de los siglos XVIII y XIX, donde se establecieron teorías, principios, axiomas y leyes como producto de la asunción de la “razón”, en donde se respondió a los problemas de un escenario social estable en el que lo aprendido era y resultaba útil para toda la vida, porque el mundo evolucionaba y los individuos evolucionaban también con él, siendo capaces de entenderlo permanentemente.
Escenario que se legitimó con las practicas educativas de los siglos XIX y XX, al indicar que el Progreso y Desarrollo se comprendían a partir de la fragmentación del conocimiento en áreas o disciplinas, siendo por tanto, la acumulación de los saberes (enciclopedismo) el principal punto de acción y que no obstante sus limitaciones pareció funcionar dentro de la cotidianeidad.
escuela tradicional
Frente al número de cambios, procesos y acontecimientos que imperan en el Mundo Contemporáneo y que influyen en los espacios nacionales y locales, en el caso de México y el Estado de Puebla, se observa que en sus niveles educativos (Preescolar, Primaria, Secundaria, Bachillerato y Licenciatura), la percepción de fragmentar el conocimiento empieza a caducar, empezando a desvanecerse el Modelo Educativo Moderno.
La Educación Tradicional tiene que cambiar, porque no es posible continuar con la práctica de acumular conocimientos fomentando la memorización. Los nuevos escenarios educativos requieren que los estudiantes rebasen estos niveles y se incorporen en el “Aprender a aprender”, “Aprender a desaprender”, y “Aprender a reaprender”, con sentido y significado para que resuelvan y tomen decisiones según el escenario que les corresponda abordar.
Hay que revivir a la Educación en México, rescatándola del foso en el que se encuentra, porque en un escenario social donde la estabilidad es un punto que está lejos de alcanzarse, el acto educativo debe optar por la promoción de los saberes, el desarrollo de Habilidades y Competencias multidisciplinares que permitan a los individuos utilizarlos para resolver problemas de la vida cotidiana. Los programas educativos en cada uno de sus niveles deben desarrollar en los estudiantes una serie de Competencias que les permitan detectar, manejar y combinar la información para aplicarla en la realidad mediata. Se trata de generar nuevas formas de organización donde sean aptos para tomar una decisión, pero no la fría decisión, sino su decisión, donde los estudiantes afirmen: ¡Lo hago! Porque creo en ello.
Situación que permita lograr esa interrelación necesaria en una perspectiva global, aunque debatible por su carácter materialista de las Instituciones Educativas formadoras de individuos, al responder a las necesidades que plantea la Sociedad y el Mercado Laboral, logrando el anhelado “Progreso” y “Desarrollo” de México,
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