Vaya dato!, Gracia, Que ahora cobren 5 pesos por usar los infames sanitarios que se encuentran en el Parque del Arte parecería inaudito, como comentas, pues a más carecer de los insumos sanitarios indispensables y no entregar recibo simple y mucho menos fiscal, muchos de los corredores y las corredoras los utilizan sólo para cambiarse de ropa. Que se consideraría costumbre de una administración, atinadamente señalas, que previamente habría decretado un cobro por uso de estacionamiento, cuestionado por los usuarios, es para mí una noticia tan novedosa como la carrera de 5 kilómetros “Neón Night Run 5 Km” que se realizó el sábado 26 de abril por la noche, utilizando parte de la infraestructura del Parque Lineal, Gracia. Y aunque no vi a corredores que usaran vestimentas llamativas de acuerdo a la convocatoria, si leí en Face, críticas aciagas a la organización y a las expectativas generadas por quienes, convocantes, hiciesen gala de su carácter internacional. Por cierto que Cantona (“Casa del Sol”) merecería ser considerada en un calendario estatal de carreras y deportes de campo traviesa, Gracia. Retirada de centros de población, zona arqueológica ubicada en el municipio de Tepeyahualco, fundada presuntamente por pueblos de origen Olmeca–xicalanca (http://www.puebla.travel/es/ ver–hacer/sitios–de–interes/zona–arqueologica/item/zona–arqueologica–de–cantona, http://es.wikipedia.org/wiki/Cantona), a más de ser espectacular, brindaría las características necesarias para competencias ciclistas a campo traviesa y similares. Pero si el clima fuese lo suficientemente adverso para la práctica del deporte, la caminata por el sitio arqueológico, superior a las tres horas de recorrido, permitiría que los atletas tuviesen un espacio que les permitiese divertirse mientras que recorren la que presuntamente sería la ciudad mayor del México prehispánico.

Autocrítico, Rodolfo Tuirán Gutiérrez, Subsecretario de Educación Media de la Secretaría de Educación Pública señaló que los telebachilleratos dependientes de la subsecretaría serían sometidos a una evaluación para evitar que esta opción “se convierta en un mecanismo reproductor de exclusión, fracaso y desigualdad” (Laura Poy, La Jornada, abril 20). Buen ejercicio, Gracia, si consideramos, como señala el reportaje de la especialista en temas educativos de La Jornada, que el ejercicio se realizaría a un año de que iniciara un proyecto en cuya base se encuentran políticas de equidad e inclusión. Pone en el centro del proceso evaluador, algunos temas que parecería, toman como referencia modelos similares adoptados en entidades de la federación –telebachilleratos en Veracruz y Distrito Federal, bachilleratos digitales en Puebla– que optaron por una estrategia que les permitiese ampliar la oferta educativa sin tener que realizar una gran inversión. Propone de inicio, analizar el papel que juegan docentes, casi todos universitarios, improvisados por lo general sin una formación docente, personas que incluso sin ser objetos de una investigación educativa, repetirían vicios de sus pares en telesecundarias, sistema que en sus inicios aceptara a egresados de bachillerato o a quienes tenían solo, de manera parcial, algunos estudios universitarios sin licenciatura concluida, cuyo papel consistía, en el mejor de los casos, en convertirse en “aburridos y aburridas” repetidoras del contenido de los programas que se trasmitían y aún lo hacen, de manera muy eficiente, por el canal de la televisión educativa de la SEP.

Sujetos de ser “pasados a cuchillo” por la evaluación que mencionase Rodolfo Tuiran, Gracia, la infraestructura vinculada a nuevas tecnologías de la información quedaría en evidencia, puesto que “Sólo uno de cada tres –planteles– accede a la red.” y no cuentan con medios alternativos (radio, televisión, reproductores). No se salvarían ni “contenidos audiovisuales y los materiales educativos”. La evaluación, si se realizara a fondo, propia del censo al nivel de educación media, mostraría en que condiciones se encontraría la infraestructura física, si es que la tuviesen y en el peor de la casos, la carencia de la misma, las instalaciones en las que están alojados, los conflictos que se suscitan con los dueños de la casa y si ellos les permitiesen acceso a servicios sanitarios, talleres y laboratorios, si es que los tuviesen y aunque si los tuvieran, si guardan las condiciones que requieren estudios preuniversitarios. Tuiran “recordó que en los 8 mil 500 planteles públicos de bachillerato se estima que al menos cinco de cada 10 no cuentan con biblioteca y en 66 por ciento se carece de laboratorio de idiomas.”.

Evaluación anticipada, las estadística de ingreso a la educación superior, mostrarían las condiciones en las que competirían egresados y egresadas de un sistema diseñado para incluir a quienes han sido marginados de los sistemas tradicionales. Consideradas opciones de segunda, poco valoradas, sin tomar como referencia resultados (Políticas educativas y equidad en México: La experiencia de la Educación Comunitaria, la Telesecundaria y los Programas Compensatorios de Rosa María Torres y Emilio Tenti Fanfani), los telebachilleratos serán “sometidos” a evaluación con la finalidad de “evitar” que se traduzcan en “mecanismo más de reproducción de la exclusión, el fracaso y la desigualdad” (Opus cit).

Ojala, Gracia, que sin que Rodolfo Tuirán pretendiese curarse en salud, pues el de telebachilleratos es un proyecto formativo de la oficina que comanda al sector educativo en la actual administración, cuyos egresados, primer generación, corresponderán al cuarto año de gobierno de Enrique Peña Nieto, titular del Ejecutivo federal, situación que permitiría conocer si los egresados y egresadas de cuentan con herramientas para aprobar los exámenes de ingreso al sistema formal, que la evaluación anunciada se convirtiese en el inicio de un proceso de mejora continua y que en tal concepto fuese imitada por sus pares en las entidades que hasta ahora ven en la alternativa cuasi digital y televisiva, un camino fácil.