Gustavo Santín Nieto
Cartas a Gracia

Novedoso resulta, Gracia, descubrir en la web, que entre los organizadores de la “primera carrera de 10 km Camaxtli (en la mitología tlaxcalteca era el dios de la caza) 2014 y el Campeonato Nacional de 5 km ruta”, que se realizó el primer día del segundo semestre del año, se encontrara la sección 31 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) sumada a “Los clubes de atletismo Mercurio, Pegaso y Cuautla en movimiento de Tlaxcala”; la justa atlética de bajo fondo se realizó por la inmediaciones del Centro Histórico de la capital tlaxcalteca, en cuyo zócalo se ubicaran la salida y la meta.

Por cierto, Gracia que la participación manifiesta del SNTE en este evento, permite recapitular sobre aspectos “laborados pero no retribuidos ni reconocidos” que realizan trabajadoras y trabajadores de la educación fuera de sus horas y de su campo de trabajo. Contratados bajo el esquema de hora clase semana mes, maestras y maestros de educación física, “comisionados” por las propias autoridades educativas a los institutos estatales y municipales del deporte y bajo la égida de sátrapas designados directores generales, tal es el caso de mentado manolito Youshimatz Sotomayor, se hacen cargo, sin recibir estipendio alguno, de una actividad (organización de los eventos) que posiblemente adoptaron por vocación sin llevarse la gloria, pero si la pena. De la misma manera, quienes egresan de las escuelas Normales de Educación Física destinan tiempo extra, sin paga alguna, a la organización de desfiles, fiestas cívicas y patronales y hasta para hacerla de niñera cuando “se les comisiona” para que acudan como responsables de las niñas y los niños seleccionados que asisten a eventos deportivos, de zona, región, estado y nación, de cualquier índole.

Que la Secretaría de Educación Pública “pondrá en marcha, en el último trimestre de este año, un programa piloto para prevenir y reducir el acoso escolar en escuelas de preescolar, primaria y secundaria de todo México,” (Comunicado 146.– Autoridades educativas de todo el país firman convenio para facilitar el combate al acoso escolar,http://goo.gl/Cj55kv), que “que las 15 acciones anunciadas por la Secretaría de Educación Pública (SEP) para combatir el acoso escolar son “más de lo mismo.” (http://goo.gl/2xTGBA programa piloto), Gracia, posturas contradictorias que destacan en la edición de la Jornada del domingo primero de junio. Cierto que hay que enfrentar el fenómeno de la violencia escolar en nuestro país, como señala la Comisión Nacional de Autoridades Educativas (Conaedu) pero también, como resaltan académicos, la escuela es tan solo un reflejo de lo que sucede en la sociedad, aunque esta situación no excluya, cuando se trate de la comisión de delitos cometidos por menores bajo su encargo, la responsabilidad civil o penal subsidiaria atribuible a madres y padres de familia lo mismo que al personal docente.

Pero sin más ni menos, Gracia, luego de preguntarme cual sería el “que” (quid) de la firma de aludida, las 15 acciones preventivas no incluidas en el comunicado 156 de la SEP, me abocaría a enumerarlas, para luego realizar un breve comentario al respecto; “1.– Fortalecer mecanismos de alerta temprana; 2.– Incorporar en las páginas de internet institucionales vínculos para denuncias; 3.– Fomentar redes para la prevención y atención; 4.– Protocolos de actuación para directores, maestros, alumnos y padres de familia; 5.– Enriquecer las currículas de la educación básica, media superior y de formación de maestros para que aprendan a atender los casos que se registren. 6.– Organizar foros de consulta sobre el tema;7.– Reforzar la promoción y supervisión del ejercicio y protección de los derechos humanos; 9.– Fortalecer los consejos técnicos escolares para que durante junio analicen alternativas para mejorar el ambiente escolar; 10.– Establecer en los estados una instancia oficial específica sobre violencia escolar; 11.– Capacitar a maestros y directivos para comprender la cultura infantil y juvenil a través de la inclusión, la paz y la tolerancia. 12.– Incorporar en “escuelas para padres de familia” herramientas para atender la violencia en los entornos escolares y familiares; 13.– Promover que los consejos nacional, estatales, municipales y escolares de participación social lleven a cabo actividades para prevenir este fenómeno; 14.– Impulsar la participación de padres de familia en la vida cotidiana escolar para propiciar una comunicación continua y efectiva; 15.– Desarrollar campañas sistemáticas y permanentes de comunicación social y elaborar estudios nacionales, estatales y regionales respecto del problema de la violencia escolar para identificar escuelas con mayor incidencia y proponer soluciones.” (http://goo.gl/6C0vpd 15 acciones de la SEP).

Pero si como maestro o padre de familia soy responsable “subsidiario” de lo que hacen mis alumnos y alumnas o mis hijos o hijas tendría que responder también afirmativamente que, sí, lo sería, siempre y cuando, entre otras cuestiones, cambiara la política individualista, propia del modelo neoliberal en el que vivimos y que fomenta la competencia a ultranza por encima de otros valores, siempre y cuando, las madres y padres solteros o económicamente disminuidos por el mercado, contaran con políticas publicas que atendieran a niños y niñas que se encuentran en el más completo desamparo por que el deben luchar, padre o madres o ambos, para tener condiciones mínimas de vida; siempre y cuando los medios masivos de comunicación “se apegaran en el desarrollo de sus actividades al logro de las finalidades previstas en el artículo 7, conforme a los criterios establecidos en el artículo 8o.” (sección 3, artículo 74, Ley General de Educación) entre otros muchos aspectos. Pero finalmente, Gracia, hay que firmar convenios para taparle el ojo al macho. Hay que aparentar hacer algo aunque todo siga igual.