Fortalecimiento con las bases de la dirigencia del SNTE 23 y 51 del SNTE

By on febrero 18, 2014

* Una dirigencia que ha sido responsable con su mandato de defender la calidad educativo en la escuela pública y la defensa de los derechos laborales y profesionales de los trabajadores de la educación en Puebla

Forjando el Presente

Marco Antonio Garcia Limón
Por: Marco A. García Limón
La afirmación del secretario de Educación Pública, Jorge Cruz Bermúdez, de que en Puebla tenemos a los mejores maestros, no forma parte de un discurso institucional o de la diplomacia que lo caracterizó desde el inicio de la gestión gubernamental morenovallista. Tampoco es un señalamiento gratuito, si se tiene en cuenta que el magisterio poblano ha sido uno de los pocos baluartes de la política educativa impulsada por el presidente Enrique Peña Nieto y del maltrecho Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).
Inmersos en el callejón de la disidencia magisterial, prácticamente copados por los profesionales del conflicto social que por años se han afianzado en las secciones sindicales de Oaxaca, Michoacán, Chiapas, Guerrero, Veracruz, Tlaxcala, Morelos y el Distrito Federal, los cerca de 80 mil maestros en Puebla (en activo y jubilados) son el único freno en esta parte del país a la desbocada carrera promovida y financiada por la Coordinadora y el Consejo Democrático del Magisterio Nacional.
El secretario general del SNTE 23, Emilio Salgado Néstror, lo remarcó en incontables ocasiones, de que los profesores en Puebla desde las aulas defienden sus derechos laborales y la calidad de la educación en la escuela pública.
Fueron muchas las provocaciones y no faltaron los argumentos en contra de los secretarios generales de las secciones 23 y 51 del SNTE. Se ambicionaba sacar a los maestros a las calles, que se realizaran marchas multitudinarias, la toma de edificios e instalaciones gubernamentales. Que las escuelas fueron búnker políticos.
Es cierto, que también contó mucho la mano firme del entonces responsable de la política educativa, Luis Maldonado Venegas, quien calló las voces de inconformidad y de anarquía en la aplicación de la prueba ENLACE. Sensibilidad del secretario Maldonado Venegas que logró conjuntar esfuerzos con los dirigentes sindicales –inicialmente con Eric Lara Martínez y Cirilo Salas Hernández y posteriormente con Emilio Salgado Néstor y Jorge :uis Barrera de la Rosa– y acordar nombramientos en espacios neurálgicos de la estructura educativa.
Hoy se viven tiempos de concordia, de sinergias, de responsabilidades.
Por lo que, las palabras del secretario Cruz Bermúdez, en el contexto actual que se vive en el sector educativo de Puebla, conllevan un reconocimiento y un compromiso con el magisterio poblano. Con sus dirigentes.
Compromiso con la dirigencia sindical que encabezan Emilio Salgado Néstor y Jorge Luis Barrera de la Rosa, que debe acentuarse en una creciente demanda, que en los días del periodo de Luis Alberto Lozoya Legorreta llegó a la exigencia de una simplificación administrativa y de agilizar trámites en la gestión encabezada por los comités ejecutivos de las secciones 23 y 51 del SNTE.
Presencia y gestión de las dirigencias sindicales del magisterio poblano al interior de la SEP estatal, que debe entenderse en el fortalecimiento con las bases de una dirigencia que ha sido responsable con su mandato de defender la calidad educativo en la escuela pública y la defensa de los derechos laborales y profesionales de los trabajadores de la educación en Puebla.
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