La carrera de las maestras y los maestros: ¿USICAMM versus Carrera Magisterial?

By on febrero 21, 2022

Por: Miguel Ángel Pérez Reynoso*

Hace unos días fueron publicadas las convocatorias para ingreso y promoción vertical y horizontal dirigida a docentes en servicio y a candidatos para ingresar al sistema, del organismo creado en este sexenio llamado USICAMM (Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros); en dichas convocatorias se establecen lineamientos, disposiciones, y requisitos para el ingreso y las promociones en las dos direcciones (vertical, –ascenso y cambio de actividad– y horizontal –misma función, pero mayor ingreso–).
En este sentido USICAMM ha sido exigente en solicitar para el ingreso documentos que avalen la titulación que los solicitantes dicen haber logrado, en ello se les da prioridad a los docentes egresados de las escuelas Normales y de las Unidades de la Universidad Pedagógica Nacional.
Y en el caso de las y los maestros en servicio, aparece el rubro de “cursos cortos” a partir de un catálogo que brindan puntaje a quien los curse. En la publicación aparece un listado de cursos supuestamente ofertados por la UPN, pero en la realidad dichos cursos no están en el catálogo de dicha Universidad, ¿qué está pasando? USICAMM debería de aclararle a los docentes solicitantes que dicho catálogo de cursos fue el que se ofertó en años anteriores y que aún no hay cursos habilitados localmente.
Este esquema de promoción nos recuerda al viejo programa de carrea magisterial, cuya propuesta de formación continua se pervirtió de tal manera que dio lugar a la venta de constancias de organismos “patito”, que negociaba con las autoridades para la venta de dichas constancias.
La UPN es un organismo público y es una instancia seria que no se prestará a dichas medidas, pero es necesario y conveniente que la vinculación institucional entre USICAMM y el sistema de Unidades de los UPN sea armónica. ¿Para qué sirven los cursos cortos dirigidos a los docentes en servicio? A diferencia de los trayectos largos (Maestría, Doctorado, Especialización), los cursos en modalidad de taller de cuota duración y que oscila entre las 30 y las 60 horas divididas entre el estudio presencial y las actividades en casa extracurriculares, se ha tonado en la nueva estrategia para contribuir a resolver el rezago profesional entre los docentes.
La solución no es así, ya que de nuevo el “puntismo” sustituye al proceso serio y a las aspiraciones auténticas de mejora profesional. ¿Qué necesitan los docentes para mejorar la práctica que realizan, su desempeño profesional y obtener mejores resultados educativos? Lo que necesitan no se resuelve a partir de ofertar un catálogo de cursos cortos.
El problema de la formación continua o de las necesidades de formación en y para el trabajo se resuelve a partir de dispositivos de autoformación, en donde el factor disposicional es fundamental.
Los maestros en servicio para mejorar la labor profesional, no aprenden a partir de lo que se les sugiere desde afuera. Los maestros aprenden de adentro mismo de su tarea, problematizando la experiencia, cuestionando el contexto y haciéndole preguntas al desempeño que realizan todos los días.
Los cursos cortos son buenos, pero se reducen a paliativos, que al final servirán para cuestiones de desempate recuérdese que lo que está en el fondo son los puntos que cada sujeto podrá obtener y demostrar, no los saberes adquiridos ni tampoco la demostración de los mismos en la práctica de que esto ha sido así, sino más bien aceptar estas reglas cargadas de simulación y de reedición de los viejos esquemas.
Todo esto me recuerda a la carrera magisterial y a su narrativa de fracaso.

*Doctor en educación. Profesor–investigador de la UPN Guadalajara, Unidad 141. safimel04@gmail.com

 
 

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