Promoción vertical y horizontal para el magisterio en servicio

By on marzo 15, 2021

Revista Educarnos

En estos días se ha dado a conocer, a partir de la Convocatoria en plataforma, para acceder en los esquemas vertical y el horizontal para beneficiar salarial y profesionalmente al magisterio en servicio. Dichos esquemas forman parte de la propuesta que sustituye a la carrera magisterial y al escalafón vertical.

Es la USICAMM (Unidad del Sistema de la Carrera para las Maestras y los Maestros), organismo federal con algunos organismos que replican en cada estado los lineamientos y las disposiciones.

Las promociones, tanto vertical como horizontal, son propuestas para la mejora de las maestras y los maestros en servicio, dichos esquemas están pensados en que los docentes disfruten de algún beneficio de incremento al salario (horizontal), o de ocupar un mejor puesto en la estructura institucional (vertical), en donde un maestro o maestra en servicio pase de ser docente frente a grupo a ser director de escuela y de ahí ser supervisor de zona o asesor técnico pedagógico y de ahí hasta ser jefe de sector. Cada nuevo puesto tiene sus implicaciones salariales y de un nuevo esquema de carga horaria y de compatibilidad.

Estas convocatorias están pensadas supuestamente pasar premiar o incentivar a los mejores docentes o a las buenas prácticas educativas y, al final, todo se reduce a la bolsa de dinero con la que se cuenta y a la bolsa de nuevas plazas que se consideran como vacantes en cada entidad.

Y aquí es en donde la zanahoria casi nunca puede ser alcanzada por el consejo, la bolsa en tiempos de austeridad no es muy generosa y las plazas convocadas no son tantas. de tal manera que las que se han boletinado por nivel educativo sean pocas.

Cómo tabular o cómo establecer un mecanismo justo que se traduzca en puntajes o en ponderaciones, de tal manera que los nuevos ascensos se traduzcan en una mejora sustantiva en la calidad profesional de las personas beneficiadas.

Dentro del sistema educativo, la demanda por mejores condiciones salariales ha sido una constante desde hace muchos años, sobre todo desde el periodo de la crisis que inició a finales de la década de los setenta. Los miles de docentes que trabajan a todo lo largo y ancho del país, muestran compromisos diferenciados, disposiciones y entrega profesional, ¿cómo premiar a los mejores y cómo ayudar a todos y todas aquellas que deberán mejorar? Ahí está la clave del asunto. La zanahoria pocas veces es alcanzada por el consejo, aquí la forma de obtener puntajes de cualesquier forma por encima de evidenciar las buenas prácticas ha sido también otra constante.

La simulación y el engaño, junto con las formas corruptas de obtener puntos por cualquier medio incluyendo la injerencia del sindicato para otorgar constancias sin valor académico y el puntismo que sustituye al compromiso profesional es el gran problema.

No existe en nuestro sistema (por parte del trabajo de las y los docentes), informes o reportes de prácticas exitosas, reportes de investigación que acompañen a la solución de problemáticas educativas; ni tampoco evidencias de productividad académica de los docentes en servicio. De ahí los problemas y las dificultades que sirvan para delimitar que se beneficie a unos pocos y se deja de lado a muchos más.

Sería conveniente entrar a una nueva lógica de trabajo, que permita premiar verdaderamente las buenas prácticas, pero ¿cuáles son ésas? Las prácticas que hacen evidentes mejoras educativas y que son bien vistas por los colegas del colectivo escolar y de la comunidad social.

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