Mientras que disfrutas de un merecido descanso tras tu participación en la XXXI edición del Maratón Internacional de la Ciudad de México, Gracia, y hasta eso, autorizado por tu entrenador, te comparto, que Víctor decantó participar en una carrera 10k programada para efectuarse el domingo 8 de septiembre, pues prefiere correr los 12 kilómetros programados en su entrenamiento. Por cierto, señala que correrá en el Parque Ecológico de la ciudad de Puebla, pues a pesar de los arreglos cosméticos, la pista del Parque del Arte se encuentra en muy malas condiciones; dura y con chipotes que provocan lesiones a los atletas que se aventuran por esos lares y el Parque Lineal sólo sirvió como pretexto para justificar el gasto de 200 millones de pesos y sirve para todo, menos para hacer ejercicio. Ojalá –que dios quiera–, que quienes sólo van por la lana producto de los impuestos a los incautos, se asesoren con los expertos y entreguen las obras de acuerdo con lo que cobran. Pero y mientras tanto y algo pasa, pongo a tu consideración algunas elucubraciones que cruzan por mi mente, relacionadas con la inexistente reforma educativa.

Qué “la reforma educativa va”, señalaría Enrique Peña Nieto, titular del Ejecutivo federal 2012–2018, “que no tiene vuelta”, acotaría Miguel Ángel Osorio Chong, responsable de la Secretaría de Gobernación del la administración federal, que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y “la mayoría de las bancadas en San Lázaro están decididas a que la Ley del Servicio Profesional Docente se apruebe a la brevedad durante las sesiones ordinarias del órgano legislativo”, declararía Manlio Fabio Beltrónes Rivera, coordinador parlamentario del PRI en la Cámara de Diputados. (http://www.jornada.unam.mx/2013/ 09/01/ politica/005n2pol?partner=rss), que “no permitirán que esta norma se “descafeíne”, espetaría Luis Alberto Villareal García, coordinador de la fracción parlamentaria del Partido Acción Nacional (PAN) en la Cámara de Diputados mientras que organizaciones empresariales exigieran “mano dura” en “contra los profesores que mantienen sitiada la capital, cuyas protestas han causado pérdidas de 100 millones de pesos al día a empresarios” (Marco Antonio Gutiérrez Alvarado, presidente de CoparmexMetropolitanohttp://www.diariodecolima.com/2013/08/29/tiempo–real4294/), al tanto que ¿connotados? intelectuales orgánicos y empleados de las televisoras y medios de comunicación, exigían que los gobiernos federal y del Distrito Federal, repriman, voces fascistas, a quienes “tienen secuestrada a la ciudad”.

“Que mantendrán el plantón en el zócalo” señalaría Juan José Ortega (sección XVIII de la CNTE”, que posponer la discusión de la ley secundaria fue “dejar para después el último mecate con el que nos pueden ahorcar”. Que no van a claudicar, que continuarán firmes y decididos, comunicarían miembros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) mientras prosiguen los paros indefinidos de labores en las entidades de Oaxaca, Chiapas, Tabasco, Guerrero y  Michoacán y se extienden las muestras de inconformidad que se expresan en “contra las políticas neoliberales destructoras de la educación pública y los derechos del pueblo”, en otras tantas localidades de la República, incluido el Distrito Federal, (http://cnteseccion9.wordpress.com/2013/08/20/desplegado–de–la–cnte/), “que”, acotan “por culpa de este mal gobierno, seguimos tomando las calles y hemos decidido mantener nuestra firme convicción  de seguir luchando por la defensa de la educación pública laica, gratuita y obligatoria, los derechos laborales de los trabajadores de la educación”, que se consideran víctimas de un linchamiento mediático “nos ponen como vándalos, gorilas… Somos miles y miles los gorilas en todo el país que nos estamos movilizando en 20 estados de la República con diferente intensidad”, (opus cit) mientras consideran incluso retirarse para reorganizar su movimiento.

Pero mientras gobierno y de la CNTE se acusan mutuamente por el uso abusivo de la fuerza, los primeros mediante el agandalle y el desconton legislativo y los segundos ejercida mediante estrategias de la movilización social, una revisión somera de la Ley General del Servicio Profesional Docente muestra que ni son tan inocentes las voces gubernamentales que pregonan que se respetarán los derechos laborales adquiridos ni las voces y las protestas magisteriales, que alertan sobre la espada de Damocles que se cierne sobre ellos, se encuentran faltas de razón. La clave se encuentra en la frase “Sin responsabilidad para la autoridad educativa”, epítome a la oración previa, “se darán por terminados los efectos del nombramiento correspondiente…” (iniciativa de Ley General del Servicio Profesional Docente, pág. 43). La autoridad educativa y/o el organismo descentralizado, Gracia, podrían dar por concluidos los efectos del nombramiento, aún y así se tratase de personal que tiene derechos adquiridos: “En caso de que el personal incumpla el periodo de inducción, con la obligación de evaluación o cuando en ésta se identifique su insuficiencia …” (pág. 33), “… no sé incorpore a los programas de regularización o no alcance un resultado de suficiente en la tercera evaluación que se le practique, …” (pág. 43), cuando “los cambios de escuela que no cuenten con la autorización correspondiente …” (pág. 48), falsifiquen documentos (pág. 51), o bien, “evaluadores”, incurran en conflicto de intereses (pág. 51), lo mismo que cuando incumplan con la obligaciones establecidas en el artículo 69 (pág. 51), o cuando se ausenten tres días continuos o discontinuos en el lapso de un mes (pág. 52), asuntos reiterados en los transitorios Octavo y Noveno (pág. 55). El artículo Segundo transitorio, deroga, además, “las disposiciones que se opongan a este Decreto”. Fin a los usos y costumbres, Gracia, mediante normas que otorgan gran dosis de discrecionalidad a las autoridades educativas.