Tras 24 años de control de la sección 39 de Huauchinango del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), Carlos Soto conseguirá otro periodo de tres años, luego de que su planilla es la única que se registró para contender.

Desde temprana hora de este día se lleva a cabo la votación para elegir al nuevo comité ejecutivo, el cual de manera inminente estará conformado por gente emanada del Grupo de Orientación Político Sindical (GOPS), mismo que también lidera el añejo dirigente.

Son aproximadamente 700 los sindicalizados que laboran en las instalaciones de Pemex en el municipio serrano, pero la mayoría de ellos se encuentran apáticos, pues indicaron que nada cambiará porque quedarán los mismos de siempre.

Hasta el momento no se reporta ningún incidente y el cierre de casillas será a las 6 de la tarde.

“No hay nadie metiendo presión, supongo porque es planilla única… Hoy mismo se cuenta y sale el ganador, obviamente seguirán los mismos”, comentó a La Jornada de Oriente uno de los trabajadores entrevistados y que pidió la gracia del anonimato por temor a represalias.

Desde más de dos décadas Carlos Soto ha estado moviendo los hilos en ese organismo sindical, ya sea como secretario general o como titular de alguna otra cartera, pues aunque de manera oficial él no esté al frente siempre coloca a alguno de sus allegados como líder, añadieron los sindicalizados.

En la columna Cuitlatlán, que se publica en este medio de comunicación, se dio a conocer recientemente que “cada tres años, cuando se acerca el proceso electoral del sindicato, este personaje se comunica vía telefónica con muchos de los trabajadores de la sección, para de manera sutil recordarles los trámites de jubilación, ascensos, solicitudes de préstamos o cambio de centro de actividades, que tienen pendiente”.

“También se sabe que, con meses de anticipación, se crean conflictos artificiales para despedir de Pemex a los trabajadores que se empiezan a perfilarse como candidatos disidentes a la corriente de Romero Deschamps y por ende, la de Soto Islas”.

Ante ese escenario, en esta ocasión no hubo ningún trabajador que se atreviera a intentar quitarlo del poder.

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