Vacunarse y atender los protocolos  

By on enero 5, 2022

Maestros   

Por: Gustavo Santín Nieto

Cartas a Gracia 

Deseando tengas un agradable regreso a clases presenciales tras finalizar el primer receso escolar, proseguiría si me lo permites, enviando cartas en las que te saludo y te comparto información que emiten las y los actores responsables de la generación y la instrumentación de las políticas públicas en materia educativa; políticas que mucho les oprimen con obligaciones burocráticas y que resultan ajenas a la actividad docente para la que ustedes fueran contratadas y contratados.     

El retorno, Gracia, que reanudaría las actividades que tus compañeras y compañeros docentes desempeñan en tu centro de trabajo y que añorabas por extrañar el contacto directo con tus niñas y niños, se realizaría a partir del 28 de agosto pasado, como parte de las actividades que iniciaras previamente acudiendo a la convocatoria para participar en las jornadas sanitarias -incluida la limpieza y puesta a punto- del edificio escolar en el que colaborarían algunos trabajadores de la educación, auxiliados por madres y padres de familia en quienes recaerían no solo las labores de desinfección si no también las aportaciones voluntarias que “obligatoriamente” costean la compra de los insumos requeridos para la sanitización, lo mismo que la reparación de la infraestructura escolar, obligaciones de las autoridades educativas. Mandos que, a la voz de sin susto, les ordenaran el 23 de marzo del 2020 abandonar las instalaciones escolares durante 18 meses; lapso en el que sufrieran un deterioro natural, más el causado por los robos y los saqueos perpetrados de acuerdo con un comunicado del SNTE, en casi 90 mil escuelas; una de cada 2 de las 205 mil que integran el universo de las instituciones públicas de educación obligatoria, simplemente por olvidarse de ellas. 

Por eso te parecía extraño -me comentas- que a tiro por viaje, Delfina Gómez Álvarez, titular de la oficina educativa de la administración federal, insistiría en recordarles el compromiso que ustedes tienen con la niñez, a la que por los menos dos de cada tres docentes atienden de manera profesional y, a no ser que ella tenga otros datos y la inasistencia del personal docente fuese mayor a la reconocida por las autoridades educativas, a pesar de la vigilancia a la que les someten de quienes desempeñan los trabajos de dirección y supervisión escolar y que tan “a toda furia” desarrollan quienes ocupan esos y otros puestos de confianza que hacen su tarea y les agobian con una infinidad de reportes, entre ellos los relativos al Covid-19 que se deben llenar para que los de “arriba” complazcan a sus jefes inmediatos superiores y así sucesivamente; los relativos a la planeación argumentada; los concernientes a la violencia de género y otros más, a los que deberás incorporar la declaración patrimonial que maestras y maestros deben llenar, propios de quienes ocuparan alguna responsabilidad de estructura que incluiría antaño, solo a mandos medios y superiores. 

Empero, Gracia, dos eventos afectarían el llamado de Delfina. Primeramente, ignorado por autoridades educativas y de salud de 6 entidades, quienes por diversos motivos que en un parágrafo subsecuente abordaré; y, en segundo lugar, el comunicado presidencial mañanero (22-12-21) de la aplicación de una segunda dosis que incluiría -en diciembre y enero- a trabajadores del sector salud, lo mismo que a las y los trabajadores de la educación, que en ambos casos, involucrarían a quienes desempeñan sus funciones en los subsectores público y privado; asunto que ratificaría Hugo López Gatell en el mismo espacio.    

Las entidades que desecharían la medida oficial que dictaran las autoridades federales en uso de sus atribuciones como se establece en la Ley General de Educación, corregirían el lapso destinado al receso escolar en el calendario lectivo oficial y alargarían “las vacaciones decembrinas”; por cierto, una de las más cortas que recuerdo. No obstante, y con independencia a las fechas de retorno a clases, variable de acuerdo con las condiciones de cada Estado Libre y Soberano, todos los implicados en la decisión comentada (Baja California, Coahuila, Hidalgo, Nuevo León, Tamaulipas y Quintana Roo), aludirían al “posible repunte” del Covid-19 derivado de la presencia de una nueva mutación más contagiosa (omicron) y a las bajas temperaturas ocasionadas por el frente frío nº. 14 (El Financiero 27-12-21).    

Para atemperar el temor que causaría un nuevo estallido de la pandemia, López Gatell, subsecretario de SSA, explicitaría la promesa presidencial en otra Mañanera, realizada el 28 de diciembre, mediante el anuncio de la aplicación de una segunda dosis que se aplicaría en enero, a los más de 3 millones de trabajadores de la educación, incluidos los que laboran el servicio del sector privado.     

Sin el ánimo de agudizar una controversia que a nadie beneficia, te comparto esos dos hechos a los que se sumaría un posterior llamado de la titular del despacho educativo a “garantizar el derecho a la educación de niñas, niños, adolescentes y jóvenes, al ser impartidas por maestros frente a grupo” (Boletín SEP no. 303, 30-12-21), y ante un retorno que tarde o temprano se concretaría en todas las escuelas de todas las entidades que conforman el pacto federal; no quedaría otra que vacunarse y atender los protocolos, pidiendo a los reyes magos del sector educativo, que envíen los insumos indispensables para ello con cargo al presupuesto -por lo menos-, durante el lapso que dure la pandemia. Total, que el “pedir no empobrece, el dar es lo que aniquila”, Gracia. 

You must be logged in to post a comment Login