• El joven señala que a pesar de haber intentado denunciar los hechos, no se la quieren aceptar.

Como consecuencia de quemaduras de segundo grado en manos, cuello, pecho y cara, cuyas lesiones lo mantienen siendo atendido dentro del Hospital de Traumatología y Ortopedia, Carlos «N», estudiante de Ingeniería en Mecánica Automotriz del Instituto de Estudios Superiores (IES), Campus Zacapoaxtla, denunció una presunta obstrucción por parte de las autoridades para recibir la denuncia en contra de un docente, a quien responsabiliza de los hechos.

De acuerdo con un documento emitido por el estudiante, fue el pasado 29 de junio del año anterior cuando se encontraba dentro de un salón de clases realizando una práctica, en la que el docente de nombre Carlos «N» le arrojó intencionalmente material inflamable, causándole quemaduras de segundo grado en manos, cuello, pecho y cara, motivo por el cual desde dicho momento permanece hospitalizado dentro del centro antes mencionado.

Según escribió, fue el director del plantel educativo quien trató de encubrir los hechos, así como al docente presuntamente responsable, supuestamente tratando de intimidar a sus familiares para evitar que interpusieran una denuncia, la cual fue presentada pero que no tuvo mayor trascendencia debido a supuestos compadrazgos que también existen entre los directivos de la institución y las autoridades de la Fiscalía General del Estado en la región.

Al respecto, el joven mencionó que la intención del docente fue clara al quererlo agredir «arrojándole la sustancia inflamable», motivo por el que busca que esta situación no quede impune, sino que haya un verdadero castigo contra el responsable; de allí que, en conjunto con su familia, seguirán pugnando para que su denuncia pueda avanzar y con ello haya justicia.

Cabe destacar que, ante estos hechos, fueron los directivos de la institución quienes admitieron una negligencia por parte del docente en turno debido a que los hechos sí tuvieron lugar dentro del plantel educativo, donde ante este tipo de prácticas donde se manejan sustancias inflamables, los estudiantes deben usar equipos de protección, de los cuales carecían al momento del percance.

Por tal motivo, según señalaron, el maestro en cuestión fue despedido de sus funciones, a reserva de seguir enfrentando su responsabilidad ante los gastos médicos que se han ido generando, mismos que, según la escuela, han sido cubiertos por parte del maestro; sin embargo, ante su desempleo la situación se ha visto complicada, lo que habría causado la molestia de la familia, haciendo pública la presunta agresión.

Finalmente, es importante mencionar que, a pesar de que el accidente o presunta agresión ocurrió ante la presencia de otros estudiantes, estos se han negado a acudir a declarar ante las instancias a fin de dar a conocer la versión de los hechos y con ello esclarecer el conflicto.

Con información: El Sol de Puebla

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