Quimixtlán, Puebla.- Las obras de restauración por 92 millones de pesos para escuelas indígenas del municipio de Quimixtlán, apoyadas a través del Programa de la Reforma Educativa (PRE), quedaron a medias y se asignaron a constructoras elegidas por funcionarios de medio nivel de la Secretaría de Educación Pública (SEP), según lo acusaron los propios padres de familia.

En un recorrido realizado por este medio al municipio de Quimixtlán y a distintas juntas auxiliares, ubicadas a cuatro horas de la ciudad de Puebla si se viaja en automóvil, y con caminos de terracería, se constató que en las escuelas que entraron a este programa existen obras inconclusas en aulas, canchas deportivas y plazas cívicas.

Ante ello, los comités de padres de familia de las escuelas beneficiadas estimaron que se utilizaron materiales de baja calidad y refirieron que los constructores fueron impuestos, aunque el programa señala que son los tutores quienes deben proponerlos.

Esta situación se registró en las juntas auxiliares de Buena Vista, Tozihuic, Patlanalán, Rincón de los Reyes, Tlanepantla, Xacaxomulco y El Triunfo.

Fabián Chacón Madero, tesorero de uno de los comités de padres de familia, quien junto a otros representantes de la comunidad se reunieron en la plazuela de su comunidad, señalaron que entre las obras se encuentra la ampliación de un piso que era usado como patio cívico y se instaló una cancha de basquetbol, sin embargo los tableros se cayeron a los dos días de inaugurada.

Ahora los niños indígenas de la región encestan “pero despacito”, sin tocar la estructura, ya que se puede volver a caer. Los padres la levantaron pero no está firme, ya que no pudieron conseguir los tornillos adecuados para los tableros.

Los tutores amenazaron con no firmar las actas de entrega-recepción de los trabajos, ya que les han prometido que les van a arreglar las aulas.

En al menos una decena de primarias indígenas visitadas se repite la historia. Las empresas constructoras entre las que destacaCasmaq S.A. de C.V. realizaron cisternas y pisos pero aún están inconclusos, por lo que los padres de familias se niegan a firmar de conformidad.

Las primarias indígenas de ese municipio se encuentran en la Sierra Madre Oriental, a un promedio de 2 mil metros sobre el nivel del mar, con caminos sin pavimentar y en el mejor de los casos emparejados con piedras y escombro con escaso transporte público.

La pobreza

En las comunidades indígenas de la zona habitan personas ubicadas en pobreza extrema y es por ello que el gobierno federal destinó recursos para mejorar la infraestructura educativa.

Los padres de familia señalaron que Gregorio López Vázquez, director de Educación Indígena en el estado, advirtió a los directores de las escuelas que fueron ubicadas por el Censo de escuelas, Maestros y Alumnos de Educación Básica y Especial (CEMABE) que de no contratar a ciertas constructoras «podrían tener problemas».

Las escuelas indígenas, de acuerdo con el CEMABE, son las que tienen mayores carencias pues aún cuentan con pisos de tierra, baños sin puertas o paredes de carrizo, pupitres viejos y paredes sin recubrimientos.

Asimismo no cuentan con accesos adecuados o siquiera un pizarrón; en otras los alumnos toman clases hacinados.

Para resarcir estas carencias, la Secretaría de Educación Pública (SEP) federal invirtió 366.1 millones de pesos para dotarlas de servicios y mobiliario.

Sin embargo, las escuelas pertenecientes al Consejo Nacional de Fomento Educativo (CONAFE), que son las que están en peores condiciones, sólo recibirán 50 mil pesos cada una, porque no tienen apoyo para “desarrollo y fortalecimiento de la autonomía de gestión”.