De la educación única a la educación diversificada

By on diciembre 12, 2021

Revista Educarnos

La educación desde su origen y su largo desarrollo, se ha vivido a partir de un proceso único, muchas veces lineal y en donde se ha hegemonizado una concepción donde se concibe la formación educativa escolarizada en instituciones públicas por ciclos o grados escolares y, bajo formatos rígidos de un diseño curricular uniforme que tiende a validar los conocimientos que se definen y que quedan validadas como saberes sociales únicos que los sujetos hombres y mujeres deben adquirir, desarrollar y transferir a partir de un proceso personal mediado por cuestiones sociales. Después de ello, el arribo al siglo XXI y la llegada de la pandemia en el año 2020, todo lo construido por largos años se ha desmoronado, a partir de un modelo único hemos pasado a lo que se le ha llamado una educación diversificada, en donde se ponen en juego, diversidades, asimetrías y diferencias significativas debido a los contextos sociales igualmente diversos. De esta manera aparece la llamada educación inclusiva e incluyente cuyo dispositivo central se define como una forma de atender de manera diferente a los que son diferentes, aquí se incluyen las necesidades educativas especiales, los contextos sociales de pobres o multiculturales, la etnia original, incluso la educación diversificada para hombres y para mujeres, la perspectiva de género, etcétera.La educación diversificada de entrada reconoce la enorme necesidad de atender de manera diferente a las diferencias de origen, a partir básicamente de dos componentes:

a) Haciendo adaptaciones curriculares de adaptar el curriculum a las necesidades de los sujetos y adaptar a los sujetos a las exigencias del currículum.
b) Realizar mediaciones pertinentes para garantizar que los sujetos logren adquirir los conocimientos exigidos, desarrollar competencias y demostrar significativamente que logra dar evidencia del logro de los aprendizajes esperados.

En todo ello, el gran problema es la poca o nula sensibilidad de las prácticas y acciones educativas de los profesionales de la educación, al no comprender cómo hacer que los sujetos logren aprender en contextos específicos. La educación diversificada tiene que ver con diseñar estrategias específicas para atender a ciegos, sordos, personas con discapacidad intelectual, con problemas de motricidad, a sujetos con capacidades sobresalientes, etcétera. Sin embargo, tal como ha sido demostrado recientemente en un estudio realizado por Teresa Vallín en la UPN Guadalajara, la mayoría de los trabajos y estudios realizados han sido dirigidos a las necesidades y los procesos de niñas y niños, y se ha dejado de lado el proceso de las necesidades y las exigencias educativas de los sujetos en edad adulta. Habría que formarse de mejor manera para atender las diversidades, las necesidades específicas, atender a sujetos en riesgo. Para ello primero reconocer las diferencias y luego las estrategias al respecto.

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