*Por: Sofía Paz

Han pasado casi dos años desde que Erika de la Vega Gutiérrez denunció al panista Eduardo Alcántara Montiel por violencia política de género y acoso sexual y todo indica que es momento de que el Tribunal Electoral local se pronuncie al respecto; igualmente, que la Fiscalía General del Estado dé seguimiento a la denuncia y al expediente negro.
La sala regional resolvió que hay evidencias suficientes para declarar la violencia política de género que, en su momento, fueron desechadas o dilatadas, dando la impresión de un encubrimiento a Eduardo Alcántara Montiel o de que éste ha hecho efectiva su presunción de que cuenta con la protección de las altas esferas del poder.
La dirigente del PAN en 2021, Genoveva Huerta, hizo caso omiso de la situación e incluso entregó la candidatura a la alcaldía de San Pedro Cholula a Paola Angon Silva, desdeñando cualquier acusación sobre el que ha sido consejero, asesor y diputado panista, sepultando las aspiraciones de Erika de la Vega y violentando sus derechos.
Tanto la violencia política de género, la extorsión y el acoso sexual, son delitos graves por los que debe responder Alcántara Montiel, quien ha lanzado amenazas a su denunciante y a su familia, lo que agrava su conducta pervertida.
Hoy, ante reporteros y representantes de grupos de mujeres que luchan por la equidad de género, Erika de la Vega y su abogado fueron firmes en su postura, resaltando que nunca han dejado de luchar contra este tipo de conductas que denigran a la política y hacen vulnerable a la mujer. Pidieron la intervención del gobernador Sergio Salomón Céspedes y del fiscal Gilberto Higuera Bernal, para que se haga justicia.
Actualmente, Eduardo Alcántara Montiel, es cobijado por la diputada federal Genoveva Huerta y la ineficiente presidenta municipal de San Pedro Cholula, Paola Angon Silva, pues es su yerno y maneja parte de la política en el ayuntamiento de la milenaria ciudad.