La educación ciudadana en tiempos electorales

By on marzo 6, 2024

Desde que inició formalmente la campaña electoral no paramos de escuchar en la radio, la televisión y las redes sociales frases como: la transformación del bienestar… un México sin miedo… llegó la hora del cambio… cuando pienso en Jalisco… Soy Pablo Lemus… esta elección tiene dos caminos… de los que participamos en la contienda soy la única que ha dado resultados… hoy tienes la oportunidad de cambiar todo… soy Jorge Máynez… estamos aquí para refrendar nuestro apoyo a… nada detiene la esperanza… hablar con la verdad… y demás narrativas esperanzadoras de que ahora sí van a llegar a gobernar los buenos, aquel presidente, gobernador, senador, diputado o regidor que tienen la varita mágica para hacer de cada terruño donde conviven y habitan los mexicanos el mejor lugar del mundo, en el cual tendremos salarios dignos que nos permitan tener seguridad, tranquilidad y una calidad de vida inigualable, que la educación pública y las instituciones de salud no le pedirán nada a los mejores sistemas educativos y hospitalarios en el mundo, ahora si se podrá transitar por las calles a cualquier hora sin temor a la delincuencia y la inseguridad, que viviremos en paz y armonía y en el cual ningún mexicano migrará ilegalmente a EEUU o Canadá a buscar un empleo que le permita darle una mejor vida a su familia.

Estamos pues, ante un nuevo escenario para elegir presidente, algunos gobernadores, presidentes municipales y ambos congresos, con ello regresan las campañas donde habrá buenos y malos, honestos y deshonestos, corruptos e incorruptibles, almas de Dios y seres diabólicos, quienes dicen la verdad y los amantes de la mentira, no faltarán los fariseos y los oportunistas de poder sin mediar (por supuesto) el origen ideológico de cada quien, el pragmatismo, por lo tanto, estará a todo lo que da y nadie se inmutará, ni de un partido político ni del otro.

Lo cierto es que estamos ante una campaña que ya dio sus primeras luces y al parecer así será hasta el 2 de junio: la guerra sucia será la que prevalezca durante los siguientes tres meses, sabemos que ya dio frutos en 2006 para el PAN y también en 2012 al PRI, en 2018 no alcanzó a convencer a la ciudadanía por el hartazgo que dejó la política neoliberal y, en cambio, la oposición con Xóchitl Gálvez al frente cree que para este 2024 si podrá lograr su cometido; el lema de que AMLO era un peligro para México ya no asusta a nadie, tuvieron que pasar 6 años y México no se convirtió en Venezuela, el salario mínimo rebasó todas las expectativas y el dólar no llegó a los 30 pesos, como tampoco la gasolina alcanzó los precios pronosticados por los analistas de la oposición y, ante ello, sólo hay mutis.
El voto (en una gran mayoría de votantes) es una manifestación muy pantanosa que se mueve conforme impacta la publicidad en éstos, lo cierto es que no hay educación ciudadana para saber por quién hay que votar, la construcción del voto individual en la actualidad surge del análisis de algo parecido como en los debates del futbol o de religión, cuando somos seguidores de un equipo de futbol, somos capaces de perder hasta la amistad porque nuestro equipo perdió un partido y fuimos motivo de bullying por ello, en cambio no somos críticos de directivos o jugadores de nuestro equipo porque lo queremos incondicionalmente y hay una fe ciega por los colores y la filosofía que el equipo representa.

Lo cierto es que estamos obligados como ciudadanos a hacernos preguntas de cada mensaje que nos llega y el cual, antes de hacer dicha reflexión, solemos borrar sino creemos en ello, o lo distribuimos si nos convence y somos afines a lo que allí se dice o promueve. Para nadie es un misterio que un mismo mensaje repetido millones de veces trae consigo un interés por hacer daño o mejorar la imagen de quien lo emite o promueve, esta vez los grupos de la oposición, casualmente de la derecha, equipararán al presidente y a la candidata oficial con el narco y desde allí se lanzarán campañas publicitarias para obtener los votos que les permitan llegar de nuevo al poder, cuando (al mismo tiempo) dejan de lado y quieren desconocer que, tanto la DEA como el New York Times se encargaron de ello sin presentar más pruebas que la declaración de un testigo protegido, en cambio, las pruebas y los hechos reales (Gerardo García Luna) que si tiene el gobierno de EEUU gracias a la información emitida por la propia DEA no le dan importancia, sabedores que este personaje pertenece al mismo grupo e ideología de quienes ahora señalan y acusan, así de absurda y engañosa es esta campaña publicitaria que se ve venir.

Es un deseo que este tipo de necesidades democráticas se traten en las familias, las escuelas y los espacios donde conviven las personas, y no sólo sean decisiones corporativistas que dejen de lado el factor individual, el tema va más allá de los spots del INE, sabemos que es un sueño guajiro pero al fin un sueño, seamos testigos pues de los derroches de bilis que provocará esta elección y veamos de que cuero salen más correas…

Con información: Revista Educarnos

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