Maestros   

Por: Gustavo Santín Nieto

Cartas a Gracia  

La referencia es obligada Gracia y se derivaría de lo externado en el Boletín 33 Trabaja SEP para fortalecer infraestructura de 100% de escuelas de Educación Básica. Para conocer la magnitud de la tarea, no quedaría de otra más que recurrir a las cifras oficiales publicadas en la obra: Principales Cifras del Sistema Educativo Mexicano 2022-2023; documento anual que correría a cargo de la Dirección de Planeación de la Secretaría de Educación Pública (SEP), y que se consultaría tan solo para efectos, como dirían los abogados. No obstante, el cabeceo de la nota, el contenido de la publicación se centraría en informar sobre el número de becas que se otorgarían, aunque haría referencia al Programa La Escuela Es Nuestra (PLEEN); a la entrega de recursos a las escuelas de manera directa a madres y padres de familia (a través de los Comités de Escolares de Administración Participativa); y, a “la inversión en 202 Universidades para el Bienestar Benito Juárez García”, a la que calificaría de “no tener precedente”. Rubros todos que se apartarían del concepto “escuelas de educación básica”. 

El cuadro: Servicios básicos, Infraestructura y equipamiento escolar, indicadores del Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 y la gráfica “Porcentaje de escuelas que cuentan con servicios básicos, infraestructura o equipamiento”, darían cuenta de lo que faltaría por hacer en estos rubros; por ejemplo: 9 de cada 10 escuelas de educación básica (92.6%) y 8.5 de cada 10 instituciones de educación media superior (86.7%) gozarían de electricidad. Porcentajes que traducidos a números absolutos expondrían que 14 763 escuelas de educación básica de un total de 199 500 que conforman ese universo, carecerían de electricidad, y a ellas se sumarían 1 906 de 14 334 planteles de media superior para un total a electrificar; sumados los dos rubros evidenciarían que 16 669 instituciones la requerirían. Sucedería lo mismo con el rubro “computadora”; indicador que señalaría que tan solo casi 3 de cada 5 (57.7%) escuelas de educación básica y 7 de cada 10 instituciones de media superior (70%) contarían con al menos una. El quehacer en este rubro ascendería a la entrega de 88 186 computadoras, por lo menos, si únicamente se considerase una computadora por escuela y solo para sortear las estadísticas, considerando que carecerían de este insumo 78 153 escuelas de educación básica y 10 033 de media superior. Los números y porcentajes disminuirían en el rubro Conexión a internet a poco más de 2 de cada 5 (46.9%) en el caso de preescolar, primaria y secundaria, y disminuirían en media superior a tan solo 1 de cada 2 (52.6%);17.4 puntos porcentuales menos que el rubro mencionado líneas antes. La tarea que tendría la Comisión Federal de Electricidad responsable de proporcionar la cobertura de señal en todo el país ascendería a proporcionar el servicio a 98 106 escuelas de educación básica y 6 794 de educación media superior.    

Los porcentajes de quienes cuentan con el servicio de agua potable mejorarían en ambos niveles con relación a los anteriores y en los que, coincidentemente, poco más o poco menos de 3 de cada 4 instituciones contarían con ese servicio; 77.8% (143 740 escuelas) de educación básica lo tendría, si bien, en 41 017 planteles brillaría por su ausencia, y el 74.5% (3 655) de las escuelas de educación media tendrían que rascarse con sus propias uñas. El 93.5% (172 747) de las escuelas de educación básica y el 84.8 % (12 155) de los bachilleratos (media superior) tendrían sanitarios independientes; y el resto de ellas, 12 009 instituciones de educación básica y 2 178 de media superior carecerían de ellos. En total 14 187 planteles requerirían una inversión adicional para contar con este servicio.     

Loable que una profesora de grupo que conoce de carencias y penurias en las escuelas, derivadas de la experiencia adquirida cuando ejerciera su profesión frente a grupo, se preocupe por mejorar las condiciones en las que se desarrolla el proceso de enseñanza-aprendizaje, ahora cuando ostenta el mayor cargo de responsabilidad administrativa en el sector educativo. No obstante, la información pública sería insuficiente para cualquier mortal interesado en consultar las condiciones en las que operan las instituciones. Una de las fuentes disponibles para consulta remitiría al interesado al 2019; año en el que el Instituto Nacional de Evaluación Educativa publicaría “LA EDUCACIÓN OBLIGATORIA EN MÉXICO Informe 2019” (https://acortar.link/lCdNv7); documento que en el inciso 2.1 del capítulo 2 Infraestructura escolar, la valoraría como “deficiente e inadecuado[a] en el país”. Líneas más abajo mencionaría que “del total de escuelas diagnosticadas por el Instituto Nacional de la Infraestructura Física Educativa (INIFED, 2015), 31% presenta daño estructural (es decir, hay una combinación de factores que determina el inicio o la ocurrencia de un modo de comportamiento inaceptable de la construcción) y 33% funciona con alguna estructura atípica (entendida como aquella que no cumple con la normatividad del INIFED)”. Reflexiones que a poco más de 5 años continúan presentes; aunque algunos indicadores muestren mejoría. Mientras que el INEE señalaría que 55% de las escuelas presenta carencias de accesibilidad, los datos de las Principales Cifras las ubicaría en 34.3% (educación básica) y 38.6% en secundaria; 20.7% y 16.4% por ciento menos, respectivamente tan solo 3 años después de la publicación del informe 2019.      

Sin embargo, la infraestructura física abarcaría temas tan variados como la infraestructura escolar, materiales educativos, servicios de agua potable y alcantarillado, materiales para servicios digitales y cobertura de señal, que el tópico merecería ser acotado, considerando que a la presente administración le restarían menos de ocho meses de ejercicio y que la cifras en las que deje los asuntos pendientes, serían valorados por una nueva administración aun cuando el color de la misma permanezca. Sin duda la tarea es ardua Gracia.