Crónica. Abel entró a la primaria por una pantalla

By on agosto 25, 2020
  • Parecería que las clases virtuales son más sencillas, pero en realidad no hay espacio para jugar ni interactuar con el resto de los compañeros, explican

El Universal

Abel saludó a Santiago, Sofí, Cristian y el resto de sus compañeros a través de una pantalla. Todos esperaban su turno hasta que la maestra los nombrara. Es el grupo de Primero B de la primaria Innova School campus Hispano.

En el arranque del regreso a clases, los profesores se presentaron con videos similares a los que se publican en Tik Tok. En formato vertical el maestro se disfrazó de pirata y contó un cuento que resaltaba los valores de amistad y trabajo en equipo. En otra cápsula la directora les dio un mensaje de bienvenida, donde resaltó “que se verían muy pronto”. Y en los ejercicios debían interactuar con la pantalla.

El grupo de 23 niños se subdividió en dos bloques, quienes tomaron clases en tres tiempos, a las 9:00, a las 11:00 y a las 13:00 horas, todas de 40 minutos. En el intermedio, Abel miró algunos fragmentos de Aprendiendo en Casa.

Viridiana Colín, tía de Abel, es quien le ayuda a prender y apagar el micrófono, mover el mouse si alguna tarea es complicada, o abrir los enlaces que la maestra envía por Whatsapp. Mientras su mamá trabaja desde casa. Hubo niños que tomaron sus clases solos.

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Sin tener que forrar útiles, etiquetarlos, preparar mochila ni uniforme, parecería que las clases virtuales son más sencillas, pero en realidad no hay espacio para jugar ni interactuar con el resto de los compañeros más allá de la presentación, además de la ayuda y guía que necesita cada niño para realizar los ejercicios.

“Como mamá, te puedo decir que es más difícil esto. Enfrenta a los papás a su nivel de conocimiento en la tecnología, de paciencia, además de organización. Si trabajan, si tienen más niños, si debe compartir la compu, el celular. Sí es más trabajo, digo, me ayuda Viri, pero en el entendido de que ella también se queda las mismas horas con Abel supervisando”, comentó en entrevista Julieta Sánchez, mamá de Abel.

Además, Julieta resalta que como exmaestra “esto debe ser una pesadilla” ya que la primera semana es crucial para conocer y organizar el grupo a partir precisamente de interacción social que no hay, es donde conoces al latoso, al tímido, al chistoso, y cómo tratar con ellos según la personalidad, si saben seguir reglas, si juegan, sus hábitos.

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Reconoce que la ventaja de la escuela en la que estudia Abel es que cuentan con el apoyo de un maestro a la distancia de un mensaje de WhatsApp, a diferencia de tener que estar «cazando» la programación en la televisión.

“Esto va a separar más la brecha. Me puse a pensar si así hubiera sido conmigo, no tenía un lugar especial para eso en la casa. Y así muchos, pero estando en la escuela todos estábamos igual», comentó.

Julieta detalla que a diferencia del cierre abrupto que hubo en el kinder por la llegada de la pandemia, con el nuevo ciclo escolar tuvo la oportunidad de tener un taller para padres, hubo curso de inducción para usar la plataforma, presentación de maestros y personal la semana pasada.  Abel tiene su usuario y mail de alumno, y ella de tutor. Además de tener la opción de enviar por correo o WhatsApp las dudas que surjan durante las clases.

Y fue así que Abel entró a la primaria, mediante una pantalla.

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