Los trabajos contemplan la instauración de un cárcamo de bombeo e interconexión con la red de 13.48 kilómetros que compondrá este proyecto.

De acuerdo con el Registro Público de Comercio (RPC), la empresa que está a cargo del proyecto se constituyó en 2015, y tiene su sede en la ciudad de Puebla.

Cabe recordar que el sistema de colectores y subcolectores se anunció en 2021 como una de las obras más relevantes en cuanto al saneamiento del Río Atoyac. Aunque en un inicio se definió que los trabajos deberían estar listos a más tardar a finales de 2022, los mismos siguen inconclusos.

Según lo expuesto en abril pasado por el secretario de Infraestructura estatal, Luis Roberto Tenorio García, el proyecto, si bien avanza de forma tardía, aún se mantiene en los planes del gobierno estatal.

No obstante, apuntó que el atraso en el arranque de la obra se debe, entre otras cosas, a que se deben esperar las resoluciones de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), toda vez que se trata de un compromiso asumido conjuntamente entre las administraciones federal y estatal.

Además, de acuerdo con Gabriela Pérez Castresana, doctora en Ciencias Ambientales por la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) e investigadora de la Universidad Iberoamericana Puebla, dicha obra, que consiste en implementar un mecanismo de reutilización de aguas residuales, es particularmente necesaria en municipios donde la actividad industrial es predominantemente.

Aunado a ello, la académica defendió en entrevista con esta casa editorial que, para que los colectores y subcolectores cumplan su función, es necesario contar con un sistema eficiente de saneamiento, tanto a nivel público como privado. También enfatizó que el atraso en su construcción significa que el saneamiento del raudal se agudizará.

Finalmente, cabe mencionar que, ahora que el trámite para solicitar permiso se encuentra en manos de Semarnat, será la resolución de la autoridad la que determine el inicio de las obras.

Información: El Sol de Puebla