Fue en ese momento cuando el encargado del taller, Omar N., comenzó a hacerle preguntas extrañas. «Cuando regresé a entregar las limas que utilicé, me dijo que si no me daban permiso al día siguiente de la escuela, me escapara con él, que le avisara. Antes de eso, ya me había tomado de las manos y fue entonces cuando decidí salir de ahí», relata Karen.

Añade que tenía miedo de hablar y que no le creyeran, pero decidió denunciar después de darse cuenta de que algo podría pasarle a otras compañeras. Por este motivo, a Karen, que cursa el segundo semestre en este plantel y que hasta entonces le gustaba la escuela, ahora le resulta complicado asistir.

Por lo tanto, solicitó el apoyo del director para que el encargado de esa área cambie de actitud y la respete. Sin embargo, a pesar de que la carta fue recibida y firmada en dirección, no hay respuesta visible y ella continúa con temor de asistir al plantel.

A esta denuncia se suman otras anónimas que indican que Omar N. no es el único, también hay alumnas que entre ellas hablan de otro docente de nombre Salvador N.

Los acosos en este plantel vienen desde el 2020

Es importante mencionar que desde 2020, casos como este han sido expuestos por estudiantes de este plantel ubicado en la colonia Flores Magón, a unos metros del corredor gastronómico. A través de una manifestación pacífica en la escuela, las alumnas dieron a conocer los hechos y los nombres de quienes las acosaban.

En ese entonces, el director en turno José Antonio Gómez, aseguró que las chicas que denunciaron acoso de profesores y personal de la institución contaban con todo el apoyo del plantel.

En una reunión realizada en el área cívica de esta institución, el docente les señaló que no habría represalias contra las denunciantes ni contra las manifestantes. Por el contrario, esperaba que llegaran las denuncias de manera formal mediante documentación para poder tomar cartas en el asunto respecto a cada uno de los señalados.

En el marco de la conmemoración del 8 de marzo de ese año, las alumnas aprovecharon para denunciar el acoso, mezclando entre los carteles conmemorativos los nombres de los acosadores.

Sin embargo, al día siguiente, al descubrir que las denuncias habían desaparecido las jóvenes iniciaron una manifestación pacífica en el interior del plantel. Algunas de ellas señalaron que se intentó coartar su libertad de manifestación con la amenaza de expulsión.

Con información: E-Consulta