¿Renovar la escuela?

By on mayo 6, 2024

En estos días de campañas políticas, debates sin debatir, políticos oportunistas y de los otros, ofertas al por mayor y, desde luego, promesas tan deslumbrantes como incumplibles. Y la educación queda, aparentemente, en espera, stand bye dicen. Entretanto la escuela sigue en su labor, sus prácticas y sus costumbres. En esta temporada prepara el día de la madre y desde luego el día del maestro. Es lo acostumbrado y nadie mejor que la escuela para mantener y exaltar la costumbre.
Sin duda, la educación enfrenta el reto de ofrecer una educación para un mundo nuevo, cuyas características son nuevas y le están pidiendo a gritos ayuda a la escuela para comprender esas novedades y reconocer sus nuevas esencias. El ejemplo más usado en estos días es el tema de la inteligencia artificial. ¿Es el fin de la escuela líder para trasmitir el conocimiento, de enseñar la maneras de estudiar, de reflexionar, de pensar y pensarse mediante los contenidos de la cultura, los retos de la naturaleza y los reclamos de las ideologías?
Para la escuela tradicional es un fuerte reto las posibilidades de los programas y las máquinas de inteligencia artificial (IA). Es cierto, si el maestro instruye a los estudiantes hacer un ensayo sobre, digamos, las virtudes de una madre, el estudiante puede hacerlo mediante una petición a una máquina de IA, y lo tendrá en unos minutos, y el profesores lo calificará de diez. Justo el punto de novedad en este tema de la IA es que los contenidos ya no dependen del profesor. Ni siquiera de los libros (al menos muchos de los llamados libros de texto) pues están incorporados, o pueden incorporarse por quien opera una IA. Por eso, hoy el aprendizaje es el centro de la educación, pues aprender no es repetir contenidos por más complejos que sean, sino resolver problemas, diseñar nuevos modos de hacer alguna actividad, diseñar una actividad para encontrar solución a un problema real y otras tareas de la vida real o imaginaria.
Aprender es esa tarea personal, ayudada por acciones de profesores o conocedores de la materia por aprender, con la cual se puede resolver o descubrir un problema o plantear una innovación y, sobre todo, fundamentar esa solución, esa innovación o ese descubrimiento, para proponer cómo se incorpora al cuerpo de la ciencia o ciencias involucradas en esa materia por aprender y en proceso de aprenderla.
Los resultados de lo elaborado por los estudiantes para atender, estudiar y comprender un tema de cualquier materia de que se trate ya aprendidos, son el material para que el profesor cuestione y obligue a los estudiantes a dar cuenta de su proceso de aprender, no de su memoria que puede o no retener datos, saberes o procedimientos, y pueden así emprender todas las operaciones del conocer: experimentar, entender, juzgar, comprender, aplicar, valorar, decidir…
Sí, en definitiva, más allá de los resultados de los votos, maestros, aprendices, escuelas, y políticos estamos ante el dilema de renovar la escuela o pasar al rincón de la historia donde están quienes no supieron escuchar y atender los avisos de los cambios estructurales, a veces ocultos a quienes no queremos observar y aprender.

Con información: Revista Educarnos

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