USICAMM, la imperfecta evaluación

By on julio 7, 2021

Revista Educarnos

Por los testimonios de mis conocidos, la experiencia reciente de las evaluaciones llevadas a cabo en las últimas dos semanas, tanto de los procesos verticales como horizontales realizados, en el recuento de las cosas la USICAMM no queda bien librada, de entrada, no es incluyente y mucho menos justa, es sumamente ortodoxa y poco flexible para atender casos específicos de maestros y maestras.

Sabemos que es la primera experiencia llevada a cabo con este nuevo modelo de incentivos al magisterio y que, “se espera”, que con el paso del tiempo las cosas se vayan mejorando para beneficio de docentes y directivos.

Esto de los incentivos tiene una larga vida, desde el Escalafón tradicional que prevaleció por décadas, el cual valoraba antigüedad, estudios y la ficha que emitían las escuelas por el desempeño laboral, además del emitido por las delegaciones sindicales; luego surge el Esquema de Educación Básica en 1987 con los formatos de tiempo completo y tres cuartos de tiempo en preescolar y primaria, además de las horas de fortalecimiento curricular en secundaria; luego vino el Programa de Carrera Magisterial en 1993, el cual tuvo la innovación de incluir un examen entre otro de sus aspectos de la evaluación (que estuvo vigente 23 años); luego surgió en 2015 y el Programa de Promoción en la Función por Incentivos de Educación Básica y, recientemente el promovido por la USICAMM.

Cada uno de los programas de incentivos que le antecedieron al vigente tienen elementos positivos y negativos, la rigidez del actual no la tenían los anteriores, sobre todo porque la función de los trabajadores de la educación tiene que estar por encima de todo, sobre todo si cumple con la función; en incomprensible, por ejemplo, que una docente que ingresó al servicio hace 20 años y, al margen de su formación inicial, atendió por “necesidades del servicio” asignaturas ajenas al profesiograma y, a pesar de ello es una excelente docente y, sin embargo, no puede participar en el proceso de evaluación para lograr incentivos por no cumplir con el requisito de la licenciatura afín.

Mucho trabajo tendrán que realizar tanto la secretaria de Educación Delfina Gómez como Adela Piña la responsable de la USICAMM, ya que tienen un listado larguísimo de inconformidades, las cuales tendrán que ser resueltas para incorporar al total de trabajadores de la educación independientemente de su formación y las formas de cómo ingresaron al servicio, ya que son incentivos al magisterio y como tales deben ser promovidos, ya que el no hacerlo generarán molestias y, sobre todo, inconformidades que promoverán entre los afectados conformismo al no hacer mucho por hacer las cosas diferentes.

Lo cierto es que el proceso 2020-2021 ya pasó, y los que participaron esperarán pacientemente para ver si fueron los y las afortunadas para recibir los incentivos económicos prometidos, de ser así felicidades, los que no tuvieron esa suerte tendrán que esperar otro año para volver a intentarlo, y los que no fueron tomados en cuenta por su situación laboral esperarán, con un poco más de paciencia, para que las autoridades flexibilicen las cosas y en la siguiente oportunidad sean parte del proceso, en fin.

You must be logged in to post a comment Login