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Por qué parece que las madres no hacen nada
Mi casa dura limpia lo que tardan en recorrerla los niños. Por más que recoja, siempre parece un campo de batalla. Por más que limpie, siempre aparecen huellas de dedos en ventanas, manchas de chocolate en el sofá o minúsculos papelitos por todo el suelo. Así que me paso el día limpiando y recogiendo, y al final siempre parece que no he hecho nada.
Así es el día a día de las madres con hijos pequeños: limpiar, recoger, hacer la colada, cocinar. Un no parar, vaya. Y al final, ¿alguien lo nota? Pero aquí tenemos el vídeo que demuestra que las madres no mentimos. Seguro que alguno piensa que exageramos. Después de ver estas imágenes, cambiarán de opinión. Descubre por qué parece que las madres no hacen nada (cuando lo hacen todo).
Vídeo del día a día de una madre con un bebé en casa
Limpiar y que ensucien en cuanto te das la vuelta. Guardar la ropa y encontrarla a los dos minutos en el suelo. Intentar acabar con las manchas de dedos del cristal… y volver a empezar de nuevo. Es el día a día de una madre con niños en casa, desde que se levanta hasta que se acuestan. Las vacaciones con niños al final terminan siendo agotadoras. Pon la lavadora, tiende, recoge la casa, limpia, ve a la compra, cocina… no olvides jugar con el niño y volver a hacer todo lo que acababas de hacer.
No es fácil hacer mientras tu hijo se encarga de deshacerlo a cada momento. Y al final del todo, no hay quien te plantee la dichosa pregunta: ‘¿pero qué has estado haciendo todo el día?’. Y aquí entra en juego el poder de autocontrol de la ira. En ese mismo momento sentirás que ponen a prueba tu paciencia. Porque solo tú sabes que en realidad, no has parado ni un minuto. Aquí tienes unas imágenes para que entiendas a qué me refiero…
Una vez una amiga me dijo: ‘¿pero para qué vas recogiendo lo que tu hija tira al suelo? No sirve de nada: ¡volverá a tirarlo!’. Cierto. Pero reconócelo: es algo que te sale de muy dentro. El no parar. El intentar una y otra vez un imposible (tener la casa limpia y ordenada).
Que al menos esto sirva de consuelo para muchas madres trabajadoras a tiempo completo, y estresadas a tiempo parcial, que ven al final del día cómo su casa sigue igual de desordenada y sucia que por la mañana, a pesar de todos sus esfuerzos por frenar ese terremoto llamado hijo.
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