IPN: Los retos de la Educación Media Superior en México

  • La ampliación de la cobertura, es necesario diseñar políticas que garanticen el derecho a la educación para las personas de 15 a 17 años que actualmente se encuentran fuera del sistema educativo

El Programa Sectorial de Educación 2025-2030 indica que, ante los cambios demográficos y las dinámicas sociales y económicas, resulta prioritario ofrecer una educación pertinente y significativa para la población joven, considerando a la EMS como un espacio formativo estratégico que facilita a las juventudes su incorporación al mercado laboral con ventajas competitivas, lo que contribuye a una mejor calidad de vida.

En el ciclo escolar 2023-2024, la EMS registró a nivel nacional una matrícula de 5.5 millones de estudiantes; de este número, el 52% son mujeres y el 48% hombres, distribuidos en 21,249 escuelas pertenecientes a 31 subsistemas nacionales y atendidos por aproximadamente 426 mil docentes, lo que representa una cobertura del 81.1%. A pesar de que el abandono escolar se redujo al 11.2% al cierre del ciclo escolar 2022-2023,14 persisten barreras económicas, sociales y culturales que obstaculizan la continuidad escolar, lo que mantiene al abandono escolar como un desafío significativo.

Este fenómeno se agrava debido a la coexistencia de múltiples subsistemas educativos con planes y programas de estudio heterogéneos, cargas académicas diferenciadas y perfiles de egreso dispares. Dicha fragmentación dificulta la articulación del sistema educativo y obstaculiza la implementación de políticas integrales que garanticen equidad en el acceso y la calidad de los servicios educativos.

Además de los factores económicos y la multiplicidad de subsistemas, otros elementos que contribuyen a la deserción escolar incluyen la reprobación, los problemas emocionales y las condiciones institucionales, como la tolerancia a la violencia escolar. En este contexto, se vuelve crucial implementar medidas de acompañamiento académico que prevengan la desafiliación escolar y fomenten la permanencia estudiantil.

En cuanto a la ampliación de la cobertura, es necesario diseñar políticas que garanticen el derecho a la educación para las personas de 15 a 17 años que actualmente se encuentran fuera del sistema educativo. Esta estrategia debe considerar tanto el crecimiento demográfico actual como la proyección de una disminución de la población juvenil en el próximo decenio. Asimismo, debe garantizarse el acceso a la EMS para la población adulta que, habiendo concluido la secundaria, está en condiciones de iniciar estudios en este nivel, pero que no lo hace y se queda rezagada por uno o más años. En México, se estima que 20 millones de personas mayores de 18 años cuentan con certificado de secundaria y podrían beneficiarse de programas educativos dirigidos a la obtención del bachillerato o su equivalente.