CARROÑEROS

REFLEXIONES
Periodismo con Historia
Por: Miguel Ángel García Muñoz
¿Usted puede identificar a periodistas y seudo periodistas hipócritas y cínicos que han hecho sus fortunas golpeando, calumniando y chantajeando?
Abundan.
La afirmación no es gratuita.
He dicho nombres sin temor a equivocarme.
Los “próceres de la verdad” creen que existe el cuarto poder y que nadie los puede refutar.
¡Cuán equivocados están!
Han sido evidenciados públicamente y eso les cala, acostumbrados a que el servidor público calla y no hay respuesta a sus afirmaciones y diatribas, ignorando que la réplica, la libertad de expresión y los derechos humanos competen a todos por igual legalmente.
La presidenta Claudia Sheinbaum los definió como carroñeros.
Ya lo había hecho Andrés Manuel López Obrador en el sexenio anterior.
Lo hizo el gobernador Alejandro Armenta en su mañanera del lunes reciente.
La definición queda a la perfección en algunos periodistas que están acostumbrados a la depredación para obtener platillos gourmet y dinero ajeno.
Se puede observar en periodistas que sistemáticamente atacan a los políticos para obtener prebendas. Lo hacen, incluso, contra sus propios compañeros de profesión, pensando que ganan notoriedad y respeto al ser vistos con miedo, disfrazando su activismo perverso con el cuento de que representan el equilibrio, los contrapesos y la falsa hipótesis de que el verdadero periodista es el que se mantiene divorciado del poder.
La hipocresía y la falsedad son signos de los carroñeros entre los que se cuentan zopilotes, buitres, moscas, hienas y glotones, entre otros que se disfrazan de periodistas decentes y honestos.
Si cobran, entonces elogian al poder y cuando dejan de recibir lo exhiben como lo peor. Aman la traición; no conocen de lealtades.
Se alquilan como mercenarios al mejor postor.
Son envidiosos porque no les gusta que alguien sea mejor que ellos.
Les satisface ver sangre, muertos, terremotos, incendios, narcotráfico, corrupción. Esto para ellos es noticia, es lo que llena espacios, lo que sacia morbos, lo que vende. ¡Qué desgracia!
Para ellos no significa nada que se apaguen incendios provocados; que se construyan viviendas para policías; que se exhiba la corrupción de gobiernos como el morenovallista porque de ahí recibían moches y convenios; que se deje de beneficiar a empresarios de cuello blanco; que se impulse al turismo; que se abran caminos; que se hagan faenas; que se acaben obras inconclusas; que se edifiquen casas “Carmen Serdán”; que sea una realidad el Plan Hídrico que rescatará el Atoyac y Valsequillo; que la seguridad pública sea una realidad; que la libertad de expresión sea un derecho de todos.
Para los carroñeros esto no existe.
¡Pobrecitos!
Que con su PRIAN se lo coman utilizando cuchara, cuchillo y tenedor.
POSDATA: Les dolió a los carroñeros que Alejandro Armenta esté posicionado como número uno en el país en obra pública e inversión anunciada. Lo dicen las encuestadoras CEResearch, RUBRUM y Enkoll que, para su conocimiento, si ya lo olvidaron, fueron las más certeras en la interna de Morena y la elección constitucional donde el morenista apabulló a Eduardo Rivera Pérez y aportó 2 millones de votos en la presidencial que ganó Sheinbaum.
POSDATA 2: Primero fue la presidenta Sheinbaum la que elogió a Armenta como un gran gobernador que está haciendo bien las cosas en Puebla.
Esta mañana, el secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, destacó la reacción contundente del gobernador poblano en la lucha contra la delincuencia organizada. Han sido tremendos los impactos asestados y, de esto, los carroñeros evitan hablar porque es ir contra su propia convicción destructora.
POSDATA 3: Son tantos los pecados del Grupo Proyecta, que no hay forma de borrarlos. Bastaría ir a los orígenes, seguir la huella del dinero y de los intereses creados para aclarar la oscura verdad.