El ultraderechista José Antonio Kast, se convierte en presidente electo de Chile
Santiago, 14 diciembre 2025.- El ultraderechista republicano, José Antonio Kast, con 58.1 por ciento de los votos, se convirtió en presidente electo de Chile al ganar rotundamente este domingo la segunda vuelta electoral, venciendo a la candidata de la centroizquierda, la militante comunista Jeannette Jara, que obtuvo 41.8 por ciento de las preferencias.
Asumirá el 11 de marzo de 2026 por cuatro años.
Kast (abogado, 56 años, católico fundamentalista) obtuvo 7.2 millones de sufragios, dos millones más que Jara, imponiéndose en todas las regiones (gobernaciones) del país.
La participación llegó a 85 por ciento del padrón electoral.
A mitad del recuento, en el comando de Kast anunciaron que Jara había llamado para felicitarlo. Después, en la noche, ella fue personalmente a saludarlo.
En un rito habitual aquí, el gobernante, Gabriel Boric, llamó a Kast para congratularlo y acordaron reunirse este lunes en el Palacio de La Moneda.
El categórico desenlace —16 puntos de diferencia— quedó claro apenas iniciado el conteo, nunca hubo atisbo de una competencia que pusiera en duda la tendencia.
Hablando ante una multitud, en la noche santiaguina Kast partió mostrando su religiosidad al decir que “nada sería posible si no tuviéramos a Dios, eso es algo que no podemos dejar de reconocer. Nada ocurre en la vida, para los que somos de fe, que no sea en relación directa con Dios, y a Dios le pido humildemente sabiduría, templanza, fortaleza, para estar siempre a la altura de este desafío”.
Luego aseguró que “vamos a restablecer la ley, el respeto a la ley en todas las regiones, sin excepciones, sin privilegios”, para explayarse luego en asentar que gobernará específicamente para restablecer el orden.
“Chile necesita orden, orden en nuestras calles, orden en el Estado, orden en las prioridades que se han perdido. El orden no es un capricho, es justicia. (…) El orden es que el que viola la ley va a sufrir todo el peso de esa ley. Hemos hablado del registro único de vándalos. Si alguien rompe, destruye lo que no le corresponde, no va a tener ningún beneficio. Si un joven destruye un colegio, si un joven amenaza a una profesora, si un joven quema una micro (bus), eso no va a quedar impune. Va a ser educado, como corresponde, pero que se olvide de cualquier beneficio del Estado. Y si el joven no se hace cargo, sus padres tendrán que responder por los daños que realizan sus hijos”, afirmó.
También se esmeró en bajar las expectativas señalando que si bien se propone cumplir sus promesas, tendrá difícil hacerlo en materia de inmigración ilegal y de terminar con el crimen organizado y la delincuencia.
Jara no se repliega
En su discurso ante sus partidarios tras el fracaso electoral, Jeannette Jara habló en el tono de una lideresa que no tiene intención de replegarse, todo lo contrario, diciéndole a Kast que la centroizquierda hará una oposición propositiva pero firme en defensa de los derechos sociales.
Apeló a la cohesión y a la autocrítica de su sector.
“El camino de la unidad es el único que vale la pena. Tenemos una fuerza política, social y cultural que debemos cuidar, consolidar y hacer crecer. Esos son nuestros desafíos. Tenemos que saber seguir trabajando, levantarnos”, arengó.
Siguió con que “no hay espacio para el desánimo. A los millones que votaron por mí, quiero pedirles que conviertan esta noche en un desafío. Que el trabajo, la justicia social, la institucionalidad democrática y el respeto a los derechos humanos sigan siendo principios donde avancemos como país y no retrocedamos”.
Insistió en que “no puede ponerse en riesgo las conquistas alcanzadas, el aumento de las pensiones, la gratuidad de la educación superior, las 40 horas (…) los derechos de las mujeres, la libertad para amar y para decidir. Todo eso debe cuidarse, nos ha costado mucho”.
Comprometió “una oposición propositiva y exigente” y “firme en proteger lo logrado, en eso no habrá dudas. Consistentemente con los valores democráticos, nuestro quehacer se canalizará siempre por las vías institucionales, condenando cualquier atisbo de violencia, venga de donde venga”.
Llamó a la reflexión y reconstrucción de la centroizquierda.
“Nuestra tarea requiere de mucha autocrítica y reflexión. En los días que vienen, nuestro deber es mantener vivo el proyecto que representamos, seguir alimentándolo con ideas, trabajo y cariño y abrirlo hacia sectores que no se sienten representados por nosotros”.
“Es crucial que sepamos escuchar y debe ser con verdadera humildad. A aquellos sectores que no se sienten representados por nosotros, es a quienes más debemos escuchar. Y aunque sea una tarea dolorosa, debemos hacerlo, debemos hacerlo.
“En las próximas semanas debemos hacer una reflexión profunda sobre los factores que condujeron a este resultado. En este proceso, la escucha sincera y el diálogo abierto serán fundamentales para encontrarnos en el país que queremos servir. Atender sus preocupaciones, hacernos las preguntas difíciles, aunque sean dolorosas, para volver a ser alternativa para Chile. Para que Chile elija nuevamente conducir su desarrollo. Y esa es una tarea que tenemos que cumplir con responsabilidad”.