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En los últimos cuatro años en Pueblan hay 222 desaparecidos entre niños y adolescentes
- Jairo García y Jesús Uriel son dos menores que están en esta situación y no hay pista de su paradero.
Jairo García y Jesús Uriel son dos niños cuyas historias tienen algo en común, ambos son parte de los 222 menores de edad que desaparecieron en los últimos cuatro años en Puebla y que, hasta el momento, siguen sin ser hallados. De acuerdo con el Registro Nacional de Personas Extraviadas o Desaparecidas (RNPED), del Gobierno de México, la cifra de extravíos ha ido en aumento, siendo 2023 y el presente año (hasta junio) los de mayor incidencia, con 78 y 110 casos, respectivamente.
Las madres de los menores de edad desaparecidos y activistas consideran que la Fiscalía General del Estado (FGE) es omisa, pues acusan la falta de coordinación entre autoridades. Aseguran que en la mayoría de los casos las familias no cuentan con recursos económicos para encabezar jornadas de localización.
De igual manera, consideran que este tipo de desaparición es más grave que la de los adultos, ya que pueden ser fácilmente manipulados. También, los infantes tienen mayor riesgo de ser víctimas de explotación sexual, trata de personas o ser usados en actividades ilegales como el trabajo forzado, por tanto, su búsqueda y localización requiere respuestas rápidas para encontrarlos con vida.
Desde 2020 van 222 niñas y niños desaparecidos que siguen sin localizarse
El delito de desaparición infantil se refiere a la situación en la cual una niña, niño o adolescente desaparece de su entorno habitual sin que haya una explicación clara y sin que se conozca su paradero.
Este tipo de delito puede involucrar diversas circunstancias, como secuestro por parte de terceros, sustracción por parte de familiares (en casos de conflictos de custodia), o situaciones donde el niño se encuentra en peligro.
De acuerdo con el RNPED, la desaparición de personas entre uno y 17 años de edad se ha intensificado en el territorio poblano, y estas son las cifras de los que no se han podido hallar: 2020 cerró con un total de cinco casos, de los cuales, uno fue en la capital, otro en San Nicolás de Los Ranchos y uno en Xiutetelco, el resto “se desconoce”.
Para el 2021 fueron 14, dos de ellos en Chietla, dos en Atlixco y el resto en Guadalupe Victoria, Puebla, Izúcar de Matamoros, Zoquitlán, San Andrés Cholula, San Martín Texmelucan, Tehuacán, Chignautla, Tepeyahualco y Zaragoza. En nueve casos fueron hombres y el resto mujeres.
En 2022 se contabilizaron 15 casos, cuatro en la capital, tres en Tehuacán, tres en San Pedro Cholula y el resto en Huejotzingo, Chignahuapan, Atlixco, Tepeaca y Cuetzalan. En este año, las víctimas fueron principalmente mujeres con un total de 9 casos.
El año pasado la cifra se disparó a 78 desapariciones, siendo la capital con más casos, sumando 33 hechos de este tipo, seis en Atlixco, seis en Tehuacán, cuatro en Juan C. Bonilla, tres en San Martín Texmelucan y el resto en los siguientes:
Huejotzingo, Tepeaca, Acajete, Cuetzalan, San Salvador El Seco, Ahuehuitla, San Andrés Cholula, Tlacotepec, Amozoc, Domingo Arenas, Chignautla, Guadalupe Victoria, San Pedro Cholula, Cuautlancingo, Chiconcuautla, Ocoyucan, Teziutlán, Cuautinchán, Quimixtlán y Huauchinango. En total, 26 demarcaciones registraron alguna desaparición.
De enero al corte de junio de este año la cifra nuevamente se elevó, pues hay 110 desapariciones, es decir, que, si al cierre de este año no se localizan y se siguen enlistados casos, el 2024 podría convertirse en el peor año de este ilícito.
La edad en la que desaparecieron los menores de edad varió por año, pero principalmente se dieron cuando tenían entre 5 y 14 años de edad. Para este 2024, los grupos de edad en donde más se identificó la desaparición, fueron a los 14, 10, 8 y luego los 6 años.
Jairo, el rostro de la desaparición infantil
A Sofía García aún le cuesta hablar de Jairo, su hijo de 14 años que desapareció en Huiziltepec. Dicha demarcación tiene un aproximado de 6 mil habitantes y está a 3 horas de distancia de la capital. Jairo salió de su casa a andar en su bici, pero jamás regresó. Hasta el momento, las autoridades no tienen ni una pista de su ubicación.
“Fuimos a trabajar en la mañana, cortamos calabazas en el campo y de ahí fuimos a vender a Huixcolotla, regresamos a nuestra casa, me puse a lavar y él salió en su bicicleta. Nadie lo volvió a ver, ya no regresó. Pensamos que a lo mejor estaba con mi mamá, pero no fue así, luego creímos que a lo mejor había perdido la bici y tenía miedo de llegar, pero no, resultó que algo le pasó”, compartió a El Sol de Puebla.
La familia comenzó a preguntar con sus compañeros de la escuela, con los vecinos y los comerciantes, pero nadie lo vio. Hasta el tercer día encontraron la bici en una vereda, pero de Jairo no hubo huellas. “Pasé casa por casa, pedí ayuda de la Guardia Nacional porque estaba aquí en el pueblo, pero al igual que yo, no encontraron nada. Era un niño muy tranquilo, muy amigable, no se metía con nadie, sólo quiero saber qué le pasó”, lamentó.
Sofía levantó la denuncia correspondiente, pero como suele pasar en este tipo de incidentes, las autoridades no avanzan en la indagatoria. Incluso le prometieron que les enviarían a los perros socorristas para abonar en la búsqueda, pero nunca llegaron. “Ya van cuatro años y los perros nunca llegaron, no han hecho nada y yo no sé en dónde está mi hijo. Además, ellos me piden que yo investigue, que yo lo busque, ni siquiera sé si han venido al municipio, ellos dicen que sí, pero yo nunca los he visto”, agregó.
Las autoridades también le han pedido a Sofía que interrogue a los amigos de Jairo, ya que, al ser menores de edad, “ellos no pueden detenerlos”, pero la madre cree que esa labor no le corresponde, ni siquiera sabe si alguno de ellos está involucrado. Ya no sabe qué hacer ni a quién pedir ayuda.
Omisión de autoridades y falta de recursos, principales obstáculos
Jesús Uriel de León desapareció el 11 de junio del 2021 en Chietla, un municipio que forma parte de la Mixteca Poblana. La madre del menor, Santa Aguilar está separada del papá del niño, por lo que en ocasiones se iba por largas temporadas con su progenitor. Un día, Jesús avisó que iba a ver a su patrón y ya no regresó a su casa. Hay muchas teorías de lo que pudo haber sucedido, pero una de ellas fue que “un levantón”.
Se emitió la denuncia correspondiente y como fueron pasando los días, incrementaron los rumores, por ejemplo, de que una de sus primas mayores de edad tuvo algo que ver, pero la Fiscalía se niega a investigar a esta mujer, argumentando que no hay pruebas en su contra.
“Ella le marcaba mucho a mi hijo, pero la FGE no quiere investigarla. Mi hijo convivió mucho con ella, lo llevaba de paseo, pero ahora no quiere cooperar y eso está raro”, criticó.
Santa se siente sola en la búsqueda, debido a que el padre del niño no quiere dar más información, alegando que está muy ocupado y las autoridades le han dado la espalda.
“Ya ni les pregunto, ya ni voy a Puebla, porque nunca hay avances, yo ya lo busco por mi cuenta con lo que me alcanza para moverme y con ayuda de Voz de los Desaparecidos. Me han dicho que está en situación de calle, que lo tienen raptado y que lo obligan a robar, pero sinceramente no sé cuál es la verdad”, expuso.
Para Sofía y Santa la desaparición de menores es un tema preocupante en Puebla y desde su perspectiva son varias las causas por las que no se pueden encontrar a estas infancias. Una de ellas es el tiempo de reacción, pues subrayaron que las primeras horas son cruciales, pero son pocos los casos en donde las autoridades actúan con prontitud.
Otro aspecto es la falta de coordinación, pues cuando ellas reportaron la desaparición, se dieron cuenta que no había (ni hay) protocolos claros entre los policías y la Fiscalía. Por último, la burocracia y los procedimientos administrativos retrasan la respuesta efectiva.
Ante todo este contexto, hicieron un llamado a las autoridades para que respondan de manera rápida ante reportes de desaparición de niños, asegurando que se actúe sin demora y se sigan protocolos adecuados desde el momento en que se recibe la denuncia.
Con información: El Sol de Puebla
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