La ciencia debe generar saberes que mejoren la vida de las personas

- Participó en la inauguración de la Asamblea General de la Red Interamericana de Academias de Ciencias (IANAS)
- El cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la desigualdad exigen respuestas científicas coordinadas y éticas, aseveró Rosaura Ruiz Gutiérrez
- La IANAS busca vincular y fortalecer a la comunidad científica del continente, contribuir a su desarrollo científico y sostenible, señaló José Antonio Seade Kuri
- Estamos aquí para pensar en cómo podemos sentar las bases para el futuro, expresó Karen Strier
El rector de la UNAM, Leonardo Lomelí Vanegas, afirmó que el conocimiento sólo cobra sentido cuando se traduce en beneficio de la sociedad y, para ello, debemos labrar nuevas rutas de entendimiento y fomentar intercambios que nos recuerden que la ciencia libre es condición esencial para una vida digna.
En la inauguración de la Asamblea General de la Red Interamericana de Academias de Ciencias (IANAS) también indicó que la ciencia debe continuar alertando sobre los riesgos, diseñando alternativas con acciones concretas, generando nuevos saberes que se traduzcan en políticas públicas, metas educativas y soluciones tecnológicas que mejoren la calidad de vida de las personas.
“Afortunadamente hay avances que nos inspiran e infunden esperanza: la creciente cooperación científica internacional, el aumento en la infraestructura para innovar y la fuerza de quienes exigen justicia e igualdad. De ahí que la ciencia siga siendo una brújula que nos orienta y un puente que conecta”, enfatizó.
Ante la secretaria de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación del gobierno de México, Rosaura Ruiz Gutiérrez; del presidente de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), José Antonio Seade Kuri; y de la codirectora de la IANAS y miembro de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, Karen Strier; Lomelí Vanegas recordó que datos de la Organización de Estados Iberoamericanos y de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura señalan que en 2022 la inversión en investigación y desarrollo de los países de América Latina y el Caribe representó apenas el 2.5 % mundial.
En contraste, Asia concentró el 37.4 % del gasto global y se consolidó como el bloque con mayor participación; le siguieron Estados Unidos y Canadá, con el 32.4 %, y la Unión Europea con el 25.4 %.
“Lo anterior evidencia diferencias estructurales, pero también nos invita a articular las competencias de los países del continente, potenciar áreas prioritarias, elevar el impacto científico conjunto y promover un desarrollo más equilibrado. Un ejemplo concreto es esta Red Interamericana que ha tejido voluntades y aprendizajes para sostener una colaboración entre naciones”, dijo el Rector en el Auditorio Doctor Alfonso Escobar Izquierdo, del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM.
Lomelí Vanegas subrayó que los sistemas educativo y científico son, y seguirán siendo, la mejor inversión que se puede realizar para forjar un futuro compartido.
Respuestas coordinadas
Previo a inaugurar el encuentro, Rosaura Ruiz apuntó que la IANAS tiene un papel clave en la conexión de las comunidades científicas del continente, porque “fue creada para fortalecer la ciencia en favor del desarrollo sostenible y promover la colaboración regional”.
Como humanidad nos encontramos en un punto de inflexión en la inteligencia artificial, la edición genética, la neurociencia, la computación cuántica y la exploración espacial, que están redefiniendo lo posible en medicina, agricultura y otros ámbitos, abundó.
Al mismo tiempo, agregó, enfrentamos crisis globales urgentes como el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la desigualdad, amenazas a la salud del planeta que exigen respuestas científicas coordinadas y éticas.
En ese sentido, se manifestó porque la cooperación científica vaya más allá de las fronteras y asegure que el progreso tecnológico sirva a la justicia y nunca a la exclusión. La innovación debe estar guiada por la reflexión ética. La ciencia tiene que conectar el conocimiento con el cuidado; y la verdad con el bien común, recalcó.
Actor clave del desarrollo
Antes, José Antonio Seade dio la bienvenida a los representantes de las academias y organizaciones regionales de ciencia reunidas en el encuentro que, mencionó, busca vincular y fortalecer a la comunidad científica del continente, contribuir a su desarrollo científico y sostenible. Precisó que la Asamblea General de la IANAS se realiza cada tres años.
Además, explicó que la AMC se fundó en 1959 y desde entonces ha sido un actor importante de la ciencia en México. Cuenta con cerca de 3 mil miembros, todos ellos distinguidos científicos que han contribuido, en el país y en el mundo, a que la ciencia sea un actor clave para el desarrollo y el bienestar social.
Rememoró iniciativas de algunos de ellos en la IANAS para establecer programas relacionados con el agua, la educación, la energía y mujeres en la ciencia, entre otros.
Karen Strier puntualizó que la IANAS tiene 23 academias miembros, y su misión es ser una fuente independiente de asesoramiento político para los gobiernos sobre desafíos científicos, tecnológicos y de salud.
Hoy en día, añadió, enfrentamos problemas globales como el cambio climático, la conservación de la biodiversidad, la salud, la economía, la seguridad alimentaria y la seguridad hídrica. “Estamos aquí para pensar en cómo podemos sentar las bases para el futuro, a fin de resolver estos problemas”, señaló.
Para crear políticas públicas
El rector general de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Gustavo Pacheco López, destacó el papel fundamental que desempeñan las universidades y las academias de ciencia para transferir el conocimiento a los gobiernos y se formulen políticas públicas basadas en evidencia.
“Las necesidades sociales exigen soluciones concretas, y las universidades con conocimiento y experiencia están llamadas a ser los principales impulsores del cambio”, comentó.
También sostuvo que en México, en la actual administración, hay mejores condiciones para conectar la política con la ciencia, pero faltan desafíos por superar, como el financiamiento suficiente, una política científica nacional a largo plazo y el impulso a la innovación local mediante la transferencia de conocimiento.
En la ceremonia estuvieron la coordinadora de la Investigación Científica de la UNAM, María Soledad Funes Argüello; la secretaria de Desarrollo Institucional, Tamara Martínez Ruiz; la doctora honoris causa, Julia Carabias Lillo; las directoras de los institutos de Investigaciones Biomédicas y de Matemáticas de la UNAM, Imelda López Villaseñor e Isabel Hubard Escalera; así como el director general del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional, Alberto Sánchez Hernández; además de directores de diversas entidades académicas, investigadoras e investigadores eméritos.