Dos de octubre no se olvida
, reza la consigna, que se ha materializado en una vasta producción editorial en torno al movimiento estudiantil de 1968.
En el contexto de la conmemoración de la masacre de Tlatelolco, la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México presentó dos libros escritos por ex alumnos de la institución que participaron en la gesta estudiantil. De Américo Saldívar, Senderos de vida: memorias de solidaridad, represión y lucha, y de Francisco Colmenares, Rebeldía, Tlatelolco y cárcel en Lecumberri.
Colmenares abre su libro con una pregunta de su hija sobre su participación en el movimiento: ¿Valió la pena?
El autor recurrió a sus recuerdos, a testimonios de otros y a los archivos de la temible policía política de la época para reconstruir su propia historia.
El autor, que militó en el Partido Obrero Revolucionario (Trotskista) relata su detención, en enero de 1969, y la posterior tortura a manos del mismísimo jefe de la Dirección Federal de Seguridad (policía política), Miguel Nazar Haro.
De la prisión de Lecumberri, el autor recuerda la convivencia con Adolfo Gilly, en la crujía N, y el encierro como una etapa de resistencia, trabajo, estudio, juegos, cantos y nostalgias
.
Senderos de vida… es el testimonio de Américo Saldívar, quien pertenecía al Partido Comunista Mexicano y estuvo preso durante tres años en Lecumberri luego de la matanza de Tlatelolco. Saldívar obtuvo un doctorado en economía e hizo carrera académica en esa facultad.
Comentaron los textos Felipe Ávila Espinosa, director del Instituto de Estudios Históricos de la Revolución Mexicana, y Juan José Dávalos, profesor de la facultad anfitriona.
Dávalos lamentó la escasa presencia de estudiantes ayer en el auditorio Ho Chi Minh y conectó ese desinterés con la ofensiva que desde 1968 ha habido contra la educación pública.
Ávila destacó la mirada interna
de los autores, que ayudan a comprender el 68, que describió como un gran movimiento en sentido positivo, constructivo, que sembró los cimientos de luchas populares y por las libertades democráticas
.
Saldívar reconoció la decisión de la presidenta Claudia Sheinbaum de admitir la responsabilidad del Estado, aunque aclaró que la consigna ni perdón ni olvido
sigue vigente.
Colmenares, con nombres y apellidos de los responsables de la represión y un relato triste del 2 de octubre, cerró con un mensaje feliz en referencia a su generación: Con todo lo que vivimos, disfrutamos la vida, nos alegra la vida
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