Al ser parte de las mil 745 escuelas de educación indígena que existen en todo el estado de Puebla, los docentes especifican que los menores estudian bajo su contexto, sin embargo, han sido escuelas que han presentado necesidades básicas de infraestructura, las cuales hoy han sido atendidas con el programa La Escuela es Nuestra.
“Es la distribución de recursos de manera directa democráticamente a través de los comités escolares, por lo que esto le dice adiós al intermediarismo, y ahora los padres administran, reducen costos, colaboran en las actividades y ellos rinden cuentas de lo que se invierte en las escuelas”, así lo mencionó José Luis Leiva Machuca, docente indígena de la región.
Recordó que afortunadamente este programa atiende planteles públicos, priorizando aquellos ubicados en localidades con alta marginación o rezago social, zonas que presentan carencia de servicios básicos o mayor abandono escolar, además de que cuentan con un porcentaje importante de población indígena o afromexicana.
Aprendieron a organizarse
Esmeralda, es una docente de la escuela Vasco de Quiroga, ubicada en la localidad de Caxalli , mencionó que al no haber apoyo de una autoridad municipal, se organizaban con su comité de padres de familia, para que se atendieran las necesidades, aunque no al 100 por ciento, pero si hubo un avance en las que mejoraron.
“Como hemos recibido el programa de La Escuela es Nuestra, se han hecho algunas remodelaciones necesarias, las necesidades son muchas, pero en general a las escuelas les falta impermeabilizante, pintura y el material de los niños, que es lo que más hace falta, aunque con ese recurso hubo avances”, señaló.
Cabe mencionar que al cierre del pasado gobierno federal de Andrés Manuel López Obrador, en la página oficial de este programa se reportó que en los 6 años, se benefició a más de un millón de estudiantes, gracias la inversión de 84 mil millones de pesos, recurso que se entregó a 173 mil 670 de escuelas públicas.
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