Se fortalecerá la salud mental de los estudiantes de bachillerato

  • Habrá atención protocolizada
  • Un nuevo programa de la Coordinación de Proyectos Especiales de la Rectoría los ayudará a encarar los conflictos que trae consigo la vida en sí, pero también los problemas y contextos de violencia a los que se enfrentan actualmente

10 octubre 2025. La adolescencia es una etapa fundamental del desarrollo humano, en la que cada individuo busca su autonomía e identidad; sin embargo, como marca la transición entre la niñez y la edad adulta, va acompañada por una serie de cambios físicos, psicológicos y sociales que desatan distintas crisis en quien la está viviendo.

Por lo anterior, la UNAM, mediante la Coordinación de Proyectos Especiales de la Rectoría, ya prepara el Programa de Salud Comunitaria para la Población Estudiantil, el cual arrancará el lunes 2 de marzo del año entrante en los nueve planteles de la Escuela Nacional Preparatoria (ENP) y en los cinco del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH).

“Nuestro objetivo principal es brindar una atención que fortalezca la salud mental de la comunidad estudiantil de la ENP y el CCH ante los conflictos que trae consigo la vida en sí, pero también ante los problemas y contextos de violencia a los que se enfrenta actualmente”, señaló Andrea González Rodríguez, coordinadora de este nuevo programa universitario y exdirectora de la Clínica Especializada Condesa.

ATENCIÓN DIFERENCIADA

El Programa de Salud Comunitaria para la Población Estudiantil se apoya en intervenciones recomendadas por la Organización Mundial de la Salud, las cuales implican la puesta en marcha de prácticas basadas en evidencia científica, así como el reconocimiento de los derechos humanos y la atención diferenciada.

“Esto último se refiere a que cada joven requiere una atención que esté en consonancia con sus necesidades específicas y su condición y contexto particulares. De ahí que nuestro enfoque sea multidisciplinario. Colaborarán con nosotros egresados de las carreras de Trabajo Social, Pedagogía, Psicología, Enfermería, Medicina, Antropología…”, informó González Rodríguez.

TAMIZAJES

A partir del 2 de marzo, en cada plantel de la ENP y del CCH habrá un equipo multidisciplinario integrado por egresados de las carreras arriba mencionadas y asesorado por consejeros experimentados y trabajadoras y trabajadores sociales.

“Cada equipo multidisciplinario podrá gestionar la incorporación de un estudiante a un servicio de psicoterapia de la UNAM, como ESPORA Psicológica, y, si es necesario, a una institución del Sistema Nacional de Salud. La idea es escuchar, de manera presencial o a través de una clínica digital, cuya dirección electrónica aún no se ha definido, a los estudiantes, pero también a los profesores y trabajadores, ya que éstos podrían ponernos al tanto de algún caso que requiera atención inmediata”.

De acuerdo con González Rodríguez, el éxito de un servicio de consejería como el que ofrecerá el Programa de Salud Comunitaria para la Población Estudiantil se encuentra estrechamente relacionado con el diseño de una atención protocolizada.

“Frente a determinadas situaciones es necesario crear protocolos que no sean rígidos, pero que sí garanticen la presencia de ciertos elementos básicos en la atención prestada. Por otro lado, haremos tamizajes para detectar tempranamente problemas de salud mental, conductas disruptivas y consumo de sustancias peligrosas. Como ya dije, estos casos podrán ser atendidos por uno de los servicios especializados de la UNAM o, si así se determina, por alguna institución del Sistema Nacional de Salud”, añadió.

DEMANDA JUSTA

Los equipos multidisciplinarios de este programa tienen como primera meta entender a la comunidad escolar que atenderán, incorporarse a sus procesos comunitarios y fortalecerla.

“Es muy importante resaltar que la salud mental, el manejo de la ansiedad y la solución de conflictos pasan por la colectividad. Una comunidad escolar sana, fortalecida, hace que mejore la salud mental de sus integrantes. Esto está ligado a la autonomía, tanto individual como de la comunidad, y, por consiguiente, a la de la UNAM. Alejandro Gómez Arias, el líder que luchó por la autonomía universitaria, decía que ésta no se conquista, sino se ejerce, y que si se deja de ejercer, se pierde. Y el fortalecimiento de la autonomía tiene que ver con caminar juntos, con voltearnos a ver los unos a los otros como miembros de una gran comunidad. Así pues, escuchar, acompañar, respetar, no discriminar, no estigmatizar, no agredir son tareas para todos nosotros, los universitarios”.

Para González Rodríguez, la UNAM es, sobre todo, sinónimo de experiencias y convivencias exitosas, y atender a los estudiantes de su bachillerato –que, por cierto, representan la mitad de todos los universitarios– la consolidará como la mejor institución de educación superior de México.

“Nuestra casa de estudios cuenta con muchísimos recursos (culturales, científicos, deportivos, etcétera) para hacerle frente a cualquier problema, como la violencia. Pero, insisto, es vital acompañarnos, voltearnos a ver los unos a los otros. Aquí quiero citar dos versos del poema Piedra de sol, de Octavio Paz: ‘El mundo cambia/si dos se miran y se reconocen’. Es decir, cuando dos se reconocen, también cambian… La comunidad estudiantil demanda ser escuchada, y el Programa de Salud Comunitaria para la Población Estudiantil es, de alguna manera, una respuesta a esa demanda justa”, finalizó.

ESPACIOS DE ARMONÍA

Se dice, con frecuencia, que los jóvenes son el futuro del país, pero, en opinión de Andrea González Rodríguez, no sólo son el porvenir, sino también el presente de México.
“Y si logramos mejorar la forma en que conviven y encaran los conflictos, así como su capacidad para pedir ayuda y encontrarla, su salud mental y desempeño académico se verán beneficiados. A veces se precisan servicios especializados y medicamentos, pero en ocasiones lo que se necesita es construir espacios de armonía, solidaridad, escucha y acompañamiento, donde se promueva la resiliencia”, indicó.

SEXUALIDAD

De acuerdo con Andrea González Rodríguez, es imposible pensar en la adolescencia sin pensar en la sexualidad.

“La adolescencia es la etapa de búsqueda de la autonomía y la identidad, y la sexualidad es un elemento clave de la identidad y, por tanto, de la salud mental en dicha etapa. Por ello, también abordaremos, con base en la normativa establecida en la UNAM y en el pleno respeto a los estudiantes, problemas que se relacionen con ese tema”.