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Segmentación de la educación
Revista Educarnos
La organización de la vida escolar tiene en la segmentación una de sus principales características. De ahí la importancia de reflexionar y preguntar por los efectos de esa segmentación de la formación de las personas y de las comunidades escolares.
En una cierta terminología, la segmentación se produce a partir de un cierto orden temporal medido por los años de vida de los estudiantes. Así, se dice educación temprana o educación inicial para las personas de uno y dos años. En algunos países este segmento admite estudiantes de seis meses de edad en adelante. En nuestro país a este segmento lo llamamos guardería. El segundo segmento es la educación prescolar, entre tres y seis años de edad. Sigue el segmento de educación primaria hasta doce años. Luego la secundaria hasta quince y le sigue la educación preparatoria hasta los diesciocho. Al final está la educación universitaria en tres sub-segmentos: licenciatura, maestría y doctorado prácticamente sin límite de edad, y ¿tiene algún sentido tal segmentación?
Antes de entrar en explicaciones vale caer en la cuenta de otras clases de segmentos. En algún tiempo los hombres y mujeres, después del prescolar, asistían a escuelas para varones y para señoritas, cada quien por su lado. Hoy casi ha desaparecido esta separación. Otra segmentación, en algunos países, incluido el nuestro, se segmenta por sostenimiento económico de las instituciones escolares: Educación particular, sostenida por las familias de los estudiantes y educación pública sostenida por el gobierno. En algunos países hay un tercer segmento que son escuelas financiadas “a la limón” por el gobierno y las familias bajo un esquema de “parte y parte”. En algunos lugares de nuestro país existe algo parecido y se le llama “escuela por cooperación”. No es numeroso.
Existe una segmentación más importante, y no menos influyente: La enseñanza se organiza con base en la índole de los contenidos por aprender. Se basa en un instrumento mental que llamamos “currículo”. La ciencia se segmenta en disciplinas sociales y naturales. Éstas se segmentan de la formación cívica y de la formación ética. La educación del cuerpo, educación física le llamamos, se separa de todo lo anterior. Esta segmentación se ordena en “materias” según acuerdos más o menos universales, con nombres e importancia a cada nombre diferente según países y culturas. Educamos con base en proporcionar las piezas de un rompecabezas con la esperanza de sea articulado algún día.
Aún hay más segmentos y más afectación educadora. La escuela se segmenta de la familia. Los “deberes”, sobre todo de la educación primaria, los fija la escuela y los vigila la familia. Tal segmentación es fuente continua de reclamos mutuos por no caer en la cuenta que no se puede “partir” a las personas en pedazos. El niño, niña de primaria (y de todas las edades) es la misma, entera, tal como es su carácter y sus virtudes y defectos.
La pausa impuesta por la pandemia puede ayudar a repensar si esta segmentación contribuye a la calidad de la educación o no.
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