¿Vacaciones sin deudas? La clave está en planificar…

  • El entusiasmo por disfrutar del tiempo libre puede llevar a decisiones impulsivas que comprometan el presupuesto personal o familiar; antes de cualquier cosa, siempre será bueno definir con cuánto dinero se cuenta para ese propósito: Eufemia Basilio Morales

Las vacaciones representan un merecido descanso en nuestras rutinas diarias, una oportunidad para desconectarnos del estrés, renovar energías y fortalecer lazos familiares o personales. Desde el punto de vista del bienestar, son una inversión en salud física y mental, así como un momento clave para reconectar con uno mismo y con aquello que nos apasiona.

Sin embargo, esta pausa necesaria también puede convertirse en una fuente de desequilibrio financiero si no se planifica con responsabilidad. El entusiasmo por viajar o disfrutar del tiempo libre puede llevar a decisiones impulsivas que comprometan el presupuesto personal o familiar. Por ello, aunque las vacaciones son esenciales para nuestra calidad de vida, también es crucial abordarlas con una estrategia clara que permita disfrutarlas sin poner en riesgo nuestra estabilidad económica.

Con el fin de saber cómo planificar unas vacaciones sin morir económicamente en el intento, Eufemia Basilio Morales, del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, explicó que el secreto para tener unas buenas vacaciones es planificar con anticipación y establecer un presupuesto realista.

“Antes de cualquier cosa, siempre será bueno definir el presupuesto total que se tiene, y para esto debe haber un proceso de planificación que contemple el número de personas que van a asistir, el destino (si es nuevo o ya conocido) y las actividades que se realizarán. Después, hay que sacar provecho a los vuelos y hospedajes con anticipación. Tener presente lo anterior puede generar ahorros importantes”, expuso.

Una vez en el destino, la investigadora recomendó buscar actividades gratuitas, como visitar museos o parques, asistir a eventos comunitarios o, en su defecto, aprovechar tours que suelen llevar a varios lugares por un precio accesible. De igual manera, aconsejó que el hospedaje se ubique en una zona céntrica, para evitar los gastos en transporte que a veces se realizan.

Si el sitio a donde vamos a ir es nuevo para nosotros, la universitaria sugirió emplear las redes sociales para tener una idea clara de los gastos, conocer los lugares que se pueden visitar, dónde comer de forma económica, entre otros aspectos que ayuden a ser conscientes de cuánto se puede gastar durante este periodo de descanso.

Aun en contextos en los que haya bajos ingresos, es necesario fomentar una cultura de ahorro, ya que incluso guardar pequeñas cantidades de dinero –10, 50 o 100 pesos al día– puede marcar la diferencia en casos de extrema urgencia, como el pago de gastos funerarios de algún familiar o una emergencia médica

Bajos ingresos

De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Salud Financiera (ENSAFI) 2023, la mitad de los mexicanos sí tenemos la capacidad de ahorrar, pero lo que guardamos es apenas el equivalente a una quincena. Para la investigadora, los mexicanos sí sabemos ahorrar, pero lamentablemente los bajos ingresos y las condiciones económicas adversas dificultan esta situación, ya que muchas veces el ahorro no es posible porque apenas se cubren los gastos básicos.

Ante este escenario, la investigadora mencionó que, cuando seamos conscientes de que saldremos de vacaciones, contemplemos ese gasto en los ahorros que se van realizando con una antelación de al menos dos a tres meses, con el fin de no tocar totalmente ese guardadito que se hace para casos de emergencia y así evitar entrar en estrés financiero al ver que nuestro ahorro se agotó por completo.

Por otro lado, expresó que, aun en contextos en los que haya bajos ingresos, es necesario fomentar una cultura de ahorro, ya que incluso guardar pequeñas cantidades de dinero –10, 50 o 100 pesos al día– puede marcar la diferencia en casos de extrema urgencia, como el pago de gastos funerarios de algún familiar o una emergencia médica. Asimismo, recalcó que es necesario que a los niños se les enseñe a hacerlo, con el propósito de que desarrollen ese hábito desde temprana edad.

Para cerrar este tema, también indicó que es recomendable minimizar o eliminar los llamados “gastos hormiga”, ya que, aunque son pequeñas erogaciones diarias que parecen insignificantes, al acumularse representan una cantidad considerable de dinero al mes, la cual podría destinarse al ahorro o a cubrir necesidades más importantes.

Bola de nieve

Es común recurrir a tarjetas de crédito o préstamos para financiar las vacaciones, lo que puede derivar en problemas financieros más graves, como la “bola de nieve” de deudas. Aunque suelen estar satanizadas, las tarjetas de crédito pueden ser un buen instrumento para salir de algún apuro, pero siempre y cuando se tenga presente que “tengo o voy a tener lo necesario financieramente para cubrir mis deudas en el futuro inmediato”.

La recomendación es, si la situación financiera no es saludable, evitarlas para financiar las vacaciones y usarlas sólo en casos de emergencia que surjan durante éstas. No obstante, en caso de que se utilicen, no sólo se debe pagar el mínimo para evitar intereses acumulados, sino abonar lo más posible para impedir que la deuda aumente.

“Siempre hay que ser responsables y conscientes de si con mi ingreso puedo pagar lo que tomé de la tarjeta de crédito. A veces no nos ‘cae el veinte’ y gastamos sin pensarlo. Cuando nos percatamos, cierta cantidad que iba a pagar inicialmente se volvió más grande porque genera intereses sobre intereses. Las tarjetas de crédito no deben satanizarse, pero sí es necesario educarnos y, sobre todo, evaluar si mi capacidad financiera es suficiente, es decir, tener en cuenta si con mi salario puedo financiar esa cantidad que me prestan”, indicó.

¿Cuál es el promedio?

De acuerdo con un estudio de YouGov Global Profiles, los mexicanos gastan en vacaciones un promedio de entre 4 mil 500 y 10 mil pesos por persona. Para Basilio Morales, esta cifra no está tan alejada de la realidad y representa un parámetro que quienes planean salir de vacaciones deben tomar en cuenta, aunque el rango puede variar según el número de días, personas y el estilo de viaje que se realice.

“Es una cantidad que sí puede considerarse estándar para los mexicanos, pero incluso puede ser menor, ya que muchos se las ingenian y buscan paquetes o rentan cuartos de hotel adecuados para familias grandes. Es una cifra que marca la pauta para pensar cuánto se puede gastar en vacaciones, y lo ideal sería no sobrepasarla”, concluyó.

Disfrutar de unas vacaciones no tiene por qué significar un descalabro financiero. Con planificación, ahorro anticipado, decisiones conscientes y un uso inteligente de los recursos disponibles, es posible vivir experiencias enriquecedoras sin comprometer la estabilidad económica. Vacacionar con responsabilidad no sólo es una muestra de salud financiera, sino también una forma de cuidar nuestro futuro.